VIDA
'Conectan' a militares con sus emociones
Georgina Montalvo
(26 agosto 2014) .-17:00 hrs
Sesenta miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), hombres y mujeres de todos los rangos, participaron en un taller de sensibilización sobre temas de equidad de género en el que fue necesario que 'conectaran' con sus emociones, hábito con el que están poco familiarizados.
"El tema de la disciplina y la obediencia está sumamente introyectado por obvias razones, pero para que salieran las emociones no hubo que rascarle mucho; le rascábamos un poquito y encontrábamos realmente a las personas", aseguró José Alfredo Cruz Lugo, especialista en género y masculinades quien fungió como facilitador en el proceso.
A Cruz Lugo, quien fue convocado por Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, algo que le llamó la atención fue la dificultad de que los asistentes se llamarán por su nombre.
"Para ellos era muy difícil porque los rangos están súper establecidos y había desde cargos altos como mayores y generales hasta intendentes y soldados de tropa, aunque al final se convirtió en un espacio absolutamente igualitario, lo cual es muy difícil dentro de la rutina que ellos tienen", compartió Cruz Lugo quien trabajó en conjunto con Ricardo Ruiz Carbonell, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
"Nos encontramos las historias de vida que hay en todos lados: los mismos miedos e inseguridades que les genera el ejercicio de la violencia, tanto en quien la genera como en quien la recibe. Fue un proceso difícil, no se abrieron al inicio, fue progresivo, pero al final terminaron compartiendo sus historias de vida", aseguró Cruz Lugo.
Además de lograr dirigirse al otro por su nombre, los asistentes terminaron bailando y jugando juntos, el silencio que prevaleció en las primeras horas, se disolvió.
El proyecto de SEDENA que incluye la impartición de este tipo de talleres a su personal, lo trabaja en conjunto con la Facultad de Derecho de la UNAM y la CNDH. Por lo menos hasta diciembre de 2014 se tiene programado realizar el taller en varias zonas militares del País.
"Trabajar con este grupo de población es vital porque es justo en estas instituciones rígidas, sumamente verticales, donde es más importante la sensibilización porque han estado expuestos a un tipo de violencia muy explícita, sobre todo en las últimas dos administraciones", consideró Cruz Lugo.
"Es impresionante el número de historias de compañeros y compañeras que han perdido en acción, esas pérdidas no las hablan, incluso pueden recibir la notificación de estar hoy aquí y mañana en otra ciudad y tener que cambiar su residencia", agregó el especialista en género.
De hecho, la sanción a la que se saben sujetos si se duermen en cualquier programa de capacitación, nadie la recibió.
"Si se duermen durante una capacitación son acuartelados, pero se encontraron con un modelo distinto, vivencial, que incluso promueve una parte socio afectiva muy importante y donde incluso hay contacto físico en un contexto de absoluto respeto", comentó Cruz Lugo.
"El tema de la disciplina y la obediencia está sumamente introyectado por obvias razones, pero para que salieran las emociones no hubo que rascarle mucho; le rascábamos un poquito y encontrábamos realmente a las personas", aseguró José Alfredo Cruz Lugo, especialista en género y masculinades quien fungió como facilitador en el proceso.
A Cruz Lugo, quien fue convocado por Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, algo que le llamó la atención fue la dificultad de que los asistentes se llamarán por su nombre.
"Para ellos era muy difícil porque los rangos están súper establecidos y había desde cargos altos como mayores y generales hasta intendentes y soldados de tropa, aunque al final se convirtió en un espacio absolutamente igualitario, lo cual es muy difícil dentro de la rutina que ellos tienen", compartió Cruz Lugo quien trabajó en conjunto con Ricardo Ruiz Carbonell, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
"Nos encontramos las historias de vida que hay en todos lados: los mismos miedos e inseguridades que les genera el ejercicio de la violencia, tanto en quien la genera como en quien la recibe. Fue un proceso difícil, no se abrieron al inicio, fue progresivo, pero al final terminaron compartiendo sus historias de vida", aseguró Cruz Lugo.
Además de lograr dirigirse al otro por su nombre, los asistentes terminaron bailando y jugando juntos, el silencio que prevaleció en las primeras horas, se disolvió.
El proyecto de SEDENA que incluye la impartición de este tipo de talleres a su personal, lo trabaja en conjunto con la Facultad de Derecho de la UNAM y la CNDH. Por lo menos hasta diciembre de 2014 se tiene programado realizar el taller en varias zonas militares del País.
"Trabajar con este grupo de población es vital porque es justo en estas instituciones rígidas, sumamente verticales, donde es más importante la sensibilización porque han estado expuestos a un tipo de violencia muy explícita, sobre todo en las últimas dos administraciones", consideró Cruz Lugo.
"Es impresionante el número de historias de compañeros y compañeras que han perdido en acción, esas pérdidas no las hablan, incluso pueden recibir la notificación de estar hoy aquí y mañana en otra ciudad y tener que cambiar su residencia", agregó el especialista en género.
De hecho, la sanción a la que se saben sujetos si se duermen en cualquier programa de capacitación, nadie la recibió.
"Si se duermen durante una capacitación son acuartelados, pero se encontraron con un modelo distinto, vivencial, que incluso promueve una parte socio afectiva muy importante y donde incluso hay contacto físico en un contexto de absoluto respeto", comentó Cruz Lugo.