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Tendencias Globales

Apps para la ciudadanía

Antoni Gutiérrez-Rubí

(26 abril 2015) .-00:00 hrs

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Estamos permanentemente conectados: 3 de cada 4 mexicanos utiliza el móvil todos los días de la semana y es incapaz de salir de casa sin su dispositivo. Este nuevo escenario tiene en las aplicaciones su máximo exponente. La usabilidad de las apps, su versatilidad, la diversidad de temáticas y usos las convierten en el elemento central de la interacción digital ciudadana.

Y es al situar a la ciudadanía conectada en el eje central del compromiso social y político cuando surge apps4citizens, un proyecto impulsado desde Barcelona con vocación internacional. A través de las apps, el ciudadano debe tener la posibilidad de dar respuesta a sus demandas cotidianas, interactuando y aportando, a la vez, su granito de arena para que revierta en beneficio de la colectividad. Por este motivo, una buena clasificación y un filtro cualitativo hacen de esta plataforma una herramienta relevante para esta ciudadanía comprometida.

Según el Inegi, el tema que más inquieta hoy en día a los ciudadanos de México es la inseguridad, concretamente, a un 58.1 por ciento. Un problema genérico como éste encuentra en las apps "microsegmenadas", un instrumento para desmenuzar la solución en distintas propuestas. TaxiAviso (una app móvil orientada a garantizar una mayor seguridad a los viajeros de este servicio, por medio de la verificación en la autenticidad de las licencias de los taxistas y del correcto cómputo del precio de la carrera) permite al usuario dirigirse al Consejo Ciudadano del Distrito Federal para reportar casos de emergencia y recibir ayuda.

Otro ejemplo, en el caso de la extorsión, un delito que cuenta con un 28.9 por ciento de incidencia arriba del robo de vehículos o el atraco en la calle lo tenemos en "No más extorsiones", que actualmente ya es una app, que nació en 2007 con el objetivo de proteger al ciudadano de esta práctica delictiva. Una potente base de datos, donde se registran miles de números de teléfono que el Consejo ha identificado como potenciales extorsionadores, permite al ciudadano rechazar la llamada de cualquiera de esos números. Además, éste también puede corresponsabilizarse añadiendo nuevos contactos al listado, emitiendo después la correspondiente denuncia policial. Hasta ahora, su uso ha permitido aumentar en un 19 por ciento el reporte de casos.

Un ejemplo en política y corrupción es la app ¡Denúncialos!, una herramienta anticorrupción habilitada por el PAN para que el ciudadano denuncie casos de corrupción detectados en su entorno, incluso, adjuntando testimonio fotográfico de ello, para su posterior investigación.

En materia de tránsito y policía, surgió la app In/Fracción, que permite informar a los ciudadanos sobre quién tiene potestad para multar y qué actuaciones son motivo de infracción, gracias al acceso ofrecido por parte de las instituciones a los datos y normativas oficiales.

Inseguridad, extorsión, corrupción, desconfianza institucional... son problemas que afectan a la ciudadanía mexicana y que ya cuentan con una app correspondiente. En consecuencia, la ciudadanía, a través de la tecnología, deja de tener un papel pasivo y adquiere un protagonismo destacable en torno a la vigilancia política. De forma distribuida y en red, centenares de miles de ciudadanos pueden articular su fuerza, corresponsabilizarse, para atender aquellos aspectos de su vida cotidiana que más les preocupan.

Twitter: @antonigr