NACIONAL

Del ejido al Palacio

Daniel de la Fuente

(09 junio 2015) .-00:00 hrs

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón iniciará su administración con un capital nunca visto en la historia de México: el apoyo decidido de una sociedad harta de la corrupción de sus gobernantes y decepcionada de la clase política.

De 57 años, el cuarto de los 10 hijos de Rodulfo y Basilisa, agricultores del Ejido Pablillo, en Galeana, es el primer ciudadano que gana una elección frente a los partidos tradicionales.

En menos de cuatro años, que incluyeron dos atentados como Alcalde de García; la renuncia al PRI, partido en que militó por décadas; cientos de miles de firmas para apuntalar su candidatura ciudadana y una campaña electoral basada en redes sociales y que enfrentó una feroz guerra sucia y una compra mastodóntica de votos, la vida de Rodríguez cambió radicalmente.

Fue clave también la declinación a su favor del ex Gobernador sustituto Fernando Elizondo, quien contendía por Movimiento Ciudadano.

Hoy, este hombre casado en tres ocasiones y padre de seis hijos, es el Gobernador electo, y ya hay quienes lo miran en el inicio de su carrera por la Presidencia de México.

El padrino

Rodríguez ha reconocido que no es lector, excepto de "El Libro Vaquero", lo que quizá sería una decepción para Porfiria y Abel, los únicos maestros que tuvo de primero a sexto grado. Abel fue su padrino y le enseñó beisbol, su deporte favorito.

La primaria estaba en el ejido donde nació, pero la secundaria estaba a 30 kilómetros.

"Mis hermanos y yo nos íbamos todos los días caminando y a raid", contó en entrevista en 2011. "Nos levantaban a las 4:30 horas para llegar a toda madre a las siete. Estudiábamos y vendíamos quesos. Nos mantuvimos de las vacas de mi padre", contó este hombre nacido el 28 de diciembre de 1957.

Protasio Rodríguez, de Transportes Tamaulipas, los apoyó a él y a sus hermanos para trasladarse a la prepa en Linares. El hoy Gobernador electo llegó a la universidad y se tituló como ingeniero agrónomo.

Cuenta que cuando estaba en octavo semestre, el Gobernador Alfonso Martínez Domínguez subió el costo del camión.

"Al día siguiente tomamos la Universidad (UANL), paramos todos los camiones y los íbamos metiendo al estadio: '¡Devuélvanle el dinero a la gente!', les decíamos a los choferes".

Al cabo de una semana en Palacio de Gobierno los regañó el Coronel Freyre, encargado de la seguridad, y les ordenó que fueran con el Gobernador.

"Me echó pedos de a madre", se carcajeó Rodríguez. "'¡A ver, cabrones!', gritó don Alfonso. '¿Ya saben lo que hicieron?'".

El de Galeana contestó: "usted con este aumento acaba de hacer que deje la universidad, porque papá va a tener que decidir entre los cuatro que estudian y, como soy el más pendejo, no voy a terminar la carrera".

"Los empresarios necesitan el dinero", dijo don Alfonso, pero les propuso hacer una manifestación en Rectoría. Con ese pretexto, contó, el Gobernador citó a los empresarios y a los estudiantes con "El Bronco" de líder, para llegar a un acuerdo.

"Y nos volvió a poner una regañiza, ahora delante de los empresarios. '¡Ínguesu, pinche viejo!', pensé, 'nos puso una trampa', entonces yo dije que no estábamos cometiendo ningún delito y que el alza nos estaba quitando la oportunidad de estudiar.

"'¿Ya ven?', les dijo el Gobernador a los empresarios. 'Hemos creado un problema', y uno de ellos dijo: 'podemos ayudarles: vamos a hacer una 'polla' para los que no tienen becas y para transporte' y nos empezaron a dar 50 pesos mensuales".

Así resolvía los problemas don Alfonso y, con esa enseñanza, Rodríguez empezó su carrera política como su mandadero.

Don Alfonso lo enviaba a traer refrescos, a llevar recados y papeles. De él aprendió, dijo, "a no rajarse en situaciones adversas, a tomar decisiones duras".

Ya en el PRI, al que se afilió a los 21 años, Rodríguez acompañó al Gobernador en su campaña por la Senaduría. Con ese padrino, en su trayectoria sumó la delegación de la Confederación Nacional Campesina, la Secretaría General del PRI, una diputación local y una federal.

García

Rodríguez cuenta que se mudó a García porque le pareció similar a Galeana. Se había divorciado por segunda vez y quería reiniciar su vida con Adalina Dávalos, su tercera esposa, con quien tuvo a Valentina, Victoria y Emiliano, de 7, 3 y 2 años, respectivamente. Su primera esposa es Eugenia Gutiérrez, con quien tuvo a Zoraida y a Jaime Lizenco. Con la segunda cónyuge, Silvia González, tuvo a Jimena.

Compró un terreno en los 90 cuando Abel Guerra fue designado Secretario de Obras Públicas y trabajaba con él.

Desde la campaña por la Alcaldía de García, señala, municipio infestado de delincuencia, lo habían traído "en chinga los malosos", pero no le pasó nada. Obtuvo el triunfo sin problema.

Era aún Alcalde electo cuando su hijo Jaime Lizenco, de 23 años, perdió la vida al desbarrancar su jeep en Galeana.

Rodríguez atribuyó el accidente a un descuido del joven al enviar mensajes de texto. Pero, al tiempo, dejaría abierta la posibilidad de que fuera perseguido por la delincuencia.

A cinco días de iniciada su gestión como Edil, su titular de Seguridad, el General Juan Arturo Esparza, fue ejecutado junto a escoltas por un comando que habría ido a buscar a Rodríguez a su casa en García, aunque según él no los atendió.

Rodríguez declaró que no se echaría para atrás. En ese 2011, en 32 días, sufrió dos atentados.

Una persona cercana a "El Bronco" describió el antes y el después en su vida.

"Los atentados, pero sobre todo lo de su hijo, lo cambiaron. Él ya no es el mismo. No finge: la vida lo ha amansado".

Cambio en la forma

Cercanos a "El Bronco" señalan que el ganador de la elección ha cambiado su forma de expresarse desde que Elizondo mostró interés en apoyarlo y luego declinó en su favor.

"No te puedo decir que fue del cielo a la tierra, pero sí le bajó a su tono populachero. Es que a don Fernando sí le tiene mucho respeto. Sabía que le iba a traer apoyos de gente que no creía en él, pero también porque ya en el gobierno le va a dejar las finanzas", dijo uno.

Contrario a lo que esperaban sus adversarios, nunca se le vio un desfiguro a Rodríguez en los peores momentos de la guerra sucia, en el que explotaron acusaciones de agresión a sus antiguas parejas.

Aplicó lo que suele hacer con un caballo bravo: "caballo al que no puedes controlar dices 'cómo fregados no' y lo tratas bien. Caballo que es violento es porque ya antes alguien lo trató mal. En este caso lo que tienes que tener es paciencia, que entienda".

El secreto de su campaña. Lo que le llevó a esta victoria histórica.