NACIONAL

Autorizan cannabis para caso médico

Víctor Fuentes y Luis López

(01 septiembre 2015) .-00:00 hrs

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Por primera vez, un juez federal autorizó la importación a México de una sustancia derivada de la cannabis, planta de la que se obtiene la mariguana, para el tratamiento médico de una niña que padece una forma particularmente agresiva de epilepsia.

Martín Santos Pérez, Juez Tercero de Distrito en Materia Administrativa, concedió un amparo que ordena a las autoridades federales permitir que los padres de Graciela Elizalde Benavides importen al País medicamentos elaborados con base en la sustancia cannabidiol, que podría aliviar los constantes episodios epilépticos que padece la menor de 8 años de edad.

"Con esta medida cautelar no se afecta el interés social ni el orden público, pues la sociedad ha manifestado su permanente interés en que se proporcione a los niños los satisfactores, cuidados y asistencia necesarios para lograr su sano crecimiento y desarrollo pleno", afirmó el juez en su resolución del pasado 18 de agosto.

Graciela Elizalde, residente de Monterrey cuyo caso fue difundido el fin de semana por el diario The Washington Post, padece Síndrome de Lennox-Gastaut, que le produce varias crisis epilépticas al día.

Los padres de Graciela han agotado todos los tratamientos médicos conocidos, y buscan acceder a medicamentos a base de cannabidiol, que ya se fabrican en Estados Unidos y según estudios recientes reducen las crisis y ayudan a normalizar la vida de los pacientes.

El pasado 29 de junio, el Consejo de Salubridad General, que agrupa a todos los órganos de salud del Gobierno federal, envió un oficio a los padres de Graciela en el que consideró que no hay evidencia científica sobre la eficacia del tratamiento con cannabidiol u otras sustancias derivadas de la cannabis, y que en el caso de niños, incluso podría empeorar su situación.

El juez Santos puso seis condiciones para que el cannabidiol pueda ser importado al País, entre ellas un informe de un especialista en Lennox-Gastaut que admita la posibilidad de mejora con este medicamento, y un consentimiento informado firmado por los padres, en el que un médico les haga saber los riesgos del tratamiento.

Además, un centro hospitalario donde se atienda a la niña en caso de reacciones negativas, el nombre genérico o comercial del medicamento y la prueba de que se obtuvo legalmente en el País de manufactura.

Los abogados de la familia Elizalde buscan, además que el Poder Judicial declare inconstitucionales ocho artículos de la Ley General de Salud que prohíben de manera absoluta todo lo relacionado con la cannabis y sus derivados.

La Suprema Corte de Justicia estudia desde el año pasado otro amparo que también impugna estos artículos, pero no desde el punto de vista de la posible utilidad médica de los derivados de la cannabis.

La última esperanza para Grace



Sentado en una banca de un parque público de Monterrey, Raúl Elizalde sostiene la mano de su hija, Graciela, quien en cuestión de minutos habrá de convulsionar, como lo hace invariablemente una vez por hora.

La pequeña de 8 años de edad, mejor conocida en su familia como Grace, vive con síndrome de Lennox-Gastaut, un tipo de epilepsia, aún sin cura conocida, que se caracteriza por episodios de espasmos fuertes y difíciles de controlar.

La familia ha agotado sus opciones tras intentar decenas de tratamientos; ahora, la esperanza para mejorar la condición de Grace queda en un tratamiento experimental, el cannabidiol, componente de la planta de cannabis o mariguana.

Desde los primeros meses de vida de Grace, su comportamiento se notaba distinto al de otros niños de su edad, dice su madre, Mayela Benavides, quien cuida a la pequeña tiempo completo.

"Conforme pasaba el tiempo, su desarrollo no se veía nada bien, no gateaba, no caminaba, no sonreía, era una niña triste, la verdad siempre se la pasaba llorando, estaba como ida, no agarraba el biberón y era rarísimo que se riera", explica.

Grace, añade su madre, es completamente dependiente de su familia, pues no puede hablar, caminar, comer o ir al baño sola.

En sus primeros años como padres, Raúl y Mayela sufrieron el ritmo pesado de las consultas, tratamientos, terapias y cuidados de Grace, pero la llegada de su segunda hija, Valentina, cambió su vida, cuenta Elizalde.

"Ella nos ayuda a darle sus medicamentos, nos pasa el pañal cuando la cambiamos, cuida de que no se golpee cuando le dan espasmos, nos ayuda muchísimo, fue su angelito", expresa.

A Grace le gusta bailar con su padre, quien la carga mientras se mueven juntos al ritmo de la música. 

El resultado del tratamiento es incierto, pero por ahora, es la única esperanza para dar a la pequeña una vida más independiente.