Avizora Enrique Graue años difíciles

Hace un año, el director de la Facultad de Medicina, Enrique Graue, empezó a recibir comentarios de universitarios que lo animaban a participar en el proceso para elegir al sucesor del Rector José Narro.

Primero, afirma, desechó la idea, pero luego se ilusionó y empezó a pensarlo de manera formal.

"Ser Rector es una gran distinción, pero también un gran reto.

"No van a ser años fáciles los que vienen, el País tiene problemas económicos, la Universidad tendrá que pugnar por su presupuesto suficiente. No hemos solucionado la pobreza y, en consecuencia, la inseguridad seguirá presente.

"Viene un cambio de gobierno y al siguiente Rector le tocará definir a la UNAM, muy claramente, como un espacio donde todo mundo puede hablar, pero que no se vincula con ningún partido", afirmó a REFORMA días antes de ser entrevistado por la Junta de Gobierno de la UNAM.

Mientras releía su propuesta de trabajo como Rector, también compartió ser un apasionado de la lectura y la Historia, las cuales alimentan su imaginación.

Lo que más suele leer, afirmó, es la historia de México y sus personajes favoritos son José María Morelos y Pavón y Francisco I. Madero.

"Tienes que leer la historia oficial y aquella que hay a tu alrededor para reconocer tus verdades como Nación, como cultura e intentar evitar errores", agregó.

Graue ingresó a la Preparatoria 4 en 1967, aunque su contacto con la institución fue desde pequeño, pues su padre era académico.

Allí, dijo, inició una experiencia maravillosa, conoció a sus amigos de toda la vida y a quien es su esposa, Mercedes Hernández.

Luego, continuó como profesor universitario, donde suma 35 años de experiencia.

"La UNAM es parte importante de mi vida, soy yo", afirmó.