FUTBOL

Futbol

La hazaña que no fue

Jorge Meléndez

(14 diciembre 2015) .-00:00 hrs

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Pumas perdió el título del Apertura 2015, pero nadie salió llorando de Ciudad Universitaria.

Lo que muchos pintaban como un "trámite" se convirtió en el juego más emocionante y dramático de la Liguilla, en el que los Pumas golearon 4-1 a los Tigres, pero se quedaron con las manos vacías en esa ruleta rusa llamada penales.

En esa instancia, los regios metieron 4, y los locales, sólo 2.

Pero, para llegar hasta ahí, tuvieron que pasar 120 minutos plagados de dramatismo y marcados por momentos que harán inolvidable la noche para los campeones y los vencidos.

Hasta que llegó el minuto 44 se prendió la chispa de un juego sordo que despertó con un tanto de Eduardo Herrera.

El ingreso de Fidel Martínez, al 52', revolucionó a la tribuna y segundos después Matías Britos anotó de cabeza para levantar a la afición puma.

Cuando un ejército de niños se disponía a armar el templete, el milagro parecía cobrar forma al minuto 86 con un gol del casi desconocido Silvio Torales, quien mandó la batalla a tiempos extras.

Con la UNAM jugando con 10 por la expulsión de Herrera, André-Pierre Gignac anotó al 102'; sin embargo, los auriazules no se fueron a la lona: al 118', con el impulso de su afición, Gerardo Alcoba marcó el empate global a 4.

Tigres ganó el título porque fue certero en los penales, pero Ciudad Universitaria aplaudió con una sonrisa a sus Pumas.

El gran triunfador: el futbol.