INTERNACIONAL

'Corrupción es de los peores pecados'

Irene Savio

(12 enero 2016) .-12:17 hrs

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"El corrupto no conoce la humildad, no se considera en necesidad de ayuda, lleva una doble vida. No se debe aceptar el estado de corrupción como si sólo fuera un pecado como cualquier otro".

Así de firme y claro, el Papa -quien viajará a México en febrero- ha explicado qué significa para él ser corrupto en su primer libro-entrevista, El Nombre de Dios es Misericordia, que salió a la venta hoy en 86 países.

La obra tiene un capítulo entero -"Pecadores, sí. Corruptos, no"- en el que el Pontífice lanza una crítica feroz contra esta lacra, haciendo una verdadera radiografía de quiénes son y qué representan los corruptos.

"El corrupto es el que se indigna porque le roban la cartera y se queja de la falta de seguridad que hay en la calle, pero después estafa al Estado evadiendo impuestos o quizás despide a sus trabajadores cada tres meses", continúa Francisco.

"Luego incluso presume de astucia ante los amigos. (El corrupto) es aquel que quizás va a misa los domingos, pero no tiene ningún problema en sacar provecho de su posición de poder exigiendo sobornos".

La corrupción, reflexiona, representa uno de los peores pecados porque es una costumbre mental y una manera de vivir, que excluye la necesidad de obtener el perdón.

"El corrupto es el que peca y no se arrepiente, el que peca y finge ser cristiano", opina el Papa en este texto de 144 páginas, traducido en 16 idiomas y fruto de una entrevista con el vaticanista italiano Andrea Tornielli.

Una Iglesia más abierta



En el libro, en el que hay preguntas breves a las que Francisco contesta con anécdotas y episodios de su vida antes y después de ser elegido como jefe de la Iglesia católica, el Papa menciona dos veces a prostitutas y vuelve a mostrarse abierto hacia los gays y los divorciados.

Sobre los homosexuales, el antaño Cardenal Jorge Mario Bergoglio dice que lo primero es reconocerles dignidad como personas, sin importar su orientación sexual.

"Primero está la persona, en su plenitud y dignidad. Y la persona no la define sólo la tendencia sexual (...) Prefiero que las personas homosexuales vengan a confesarse, que continúen cerca del Señor", explicó el Pontífice.

De igual modo, advierte que si las personas que cometen errores no son perdonadas es posible que se alejen de la Iglesia y quizás ya no vuelvan.

En esta línea, el Papa también insiste en la necesidad de recordar a los otros heridos de esta era, los pobres y los tantos que sufren diferentes formas de esclavitud por el mal funcionamiento de la economía.

En este contexto, vuelve a criticar a aquellos prelados rígidos a los que llama "doctores de la ley", los cuales, dice, no están cerca de la gente y no salen a la calle.

Retomando la metáfora del hospital de campaña como modelo de Iglesia, Francisco explica así su idea de cómo deberían actuar los prelados católicos para que la Iglesia triunfe en su misión.

"(Ser) una estructura móvil, de primeros auxilios, de actuación rápida, para evitar que los combatientes mueran. Donde se practica medicina de urgencias, no donde se dan premios a los especialistas", reflexiona.

El texto ha sido interpretado como un manifiesto del Papa sobre la misericordia, siendo este el tema del año jubilar que él mismo ha inaugurado en diciembre pasado y que concluirá el próximo 20 de noviembre.