CIUDAD
Todos hablamos de la CDMX
COLABORADOR INVITADO / Miguel Ángel Mancera
(12 febrero 2016) .-08:47 hrs
Sin duda, la transformación política de la Ciudad de México del 29 de enero de 2016, -dejando de lado lo que apunte a ser una estrategia de descalificación a priori- ha generado una gran efervescencia de discusión y de interés, de opiniones diversas de todas y todos quienes integramos a la sociedad de esta Capital.
Se han realizado apuntes muy importantes e interesantes de su historia, un gran número de artículos, recuentos de lo cotidiano y afirmaciones diversas, algunas de café, otras más elaboradas.
Se discute de todo, si es que ya teníamos Constitución o no -en clara alusión al Estatuto de Gobierno-, si somos el estado 32, si el Jefe de Gobierno es ahora Gobernador, si estaríamos mejor sin cambiar, si ya era justo, o simplemente se pregunta ¿qué fue lo que cambió?
Se ha dicho que ya todo estaba planteado en las leyes de la Ciudad. Que es irrelevante ser o no el DF, que a final de cuentas ya sabíamos que somos la Capital de la República.
También están las voces que dicen que ya era tiempo de que se le hiciera justicia a la Capital, que es una gran oportunidad que por primera vez tengamos una Constitución.
En lo personal, estoy convencido que esta Reforma Constitucional, que por cierto, mucho tiempo intentaron concretar otros actores y grupos políticos quienes entonces le veían todas las bondades pero no se pudo, tiene claros avances y beneficios expresamente señalados, de los que mencionaré algunos:
1. Que la Ciudad de México ahora es un integrante de la República Mexicana (artículo 40).
2. Que el pueblo de México ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, por los Estados y por la Ciudad de México (artículo 41).
3. Que la Ciudad de México es parte integrante de la Federación (artículo 43).
4. Que la Ciudad de México se constituye como una ciudad con autonomía constitucional (Ciudad Capital Autónoma) en todo lo concerniente a su régimen interior y a su organización política y administrativa (articulo 122).
5. Que el Gobierno de la Ciudad de México está a cargo de los Poderes Locales (artículo 122 apartado A) y no como antes, que decía que el Gobierno del DF estaba a cargo de los Poderes Federales y órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial de carácter local.
Esto no lo teníamos, no estaba expresamente consignado en la Constitución, ahora no hay duda, ya no está a debate, ya no es necesario acudir a los tribunales federales para saber si la Ciudad de México tiene o no tales o cuales características, ahora tiene derechos ganados para todos y para todas.
Ahora la Ciudad cuenta con facultades para que su Legislatura presente iniciativas de Leyes ante el Congreso de la Unión, ya forma parte del proceso de cualquier reforma constitucional, ha quedado expresamente señalada la limitación de facultades de los poderes federales, sólo les corresponden las expresamente conferidas, todas las demás son de la Ciudad.
Hoy se cuenta con la disposición expresa para que la CDMX tenga un fondo de capitalidad 4 mil millones de pesos- que ya no dependerá de la voluntad política o del diálogo.
Sabemos que nuestra Ciudad tendrá una Policía Única y que contará con hacienda pública unitaria, lo que le da garantía de funcionamiento; que el próximo Jefe o Jefa de Gobierno podrá libremente designar al Jefe de la Policía y al Procurador, lo que hoy requiere la designación y aprobación, respectivamente.
Estos son algunos de los beneficios para nuestra Ciudad, para su administración, seguridad, finanzas y funcionamiento, pero dado el formato de esta colaboración no me puedo extender más.
Aunque dicho sea de paso, vale la pena destacar que la forma de elegir el Constituyente de lo que será la primera Constitución de la Ciudad de México no corresponde con la iniciativa enviada por el Jefe de Gobierno, sino que es un diseño propuesto en el proceso de elaboración del dictamen, en el que todos los grupos políticos participaron.
Al final, me parece que lo más importante es que se logró provocar la participación incluyente en lo que será el documento fundacional de la Ciudad de México.
Por eso, que bueno que hoy todas y todos hablamos de la CDMX.
* EL AUTOR ES JEFE DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
Se han realizado apuntes muy importantes e interesantes de su historia, un gran número de artículos, recuentos de lo cotidiano y afirmaciones diversas, algunas de café, otras más elaboradas.
Se discute de todo, si es que ya teníamos Constitución o no -en clara alusión al Estatuto de Gobierno-, si somos el estado 32, si el Jefe de Gobierno es ahora Gobernador, si estaríamos mejor sin cambiar, si ya era justo, o simplemente se pregunta ¿qué fue lo que cambió?
Se ha dicho que ya todo estaba planteado en las leyes de la Ciudad. Que es irrelevante ser o no el DF, que a final de cuentas ya sabíamos que somos la Capital de la República.
También están las voces que dicen que ya era tiempo de que se le hiciera justicia a la Capital, que es una gran oportunidad que por primera vez tengamos una Constitución.
En lo personal, estoy convencido que esta Reforma Constitucional, que por cierto, mucho tiempo intentaron concretar otros actores y grupos políticos quienes entonces le veían todas las bondades pero no se pudo, tiene claros avances y beneficios expresamente señalados, de los que mencionaré algunos:
1. Que la Ciudad de México ahora es un integrante de la República Mexicana (artículo 40).
2. Que el pueblo de México ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, por los Estados y por la Ciudad de México (artículo 41).
3. Que la Ciudad de México es parte integrante de la Federación (artículo 43).
4. Que la Ciudad de México se constituye como una ciudad con autonomía constitucional (Ciudad Capital Autónoma) en todo lo concerniente a su régimen interior y a su organización política y administrativa (articulo 122).
5. Que el Gobierno de la Ciudad de México está a cargo de los Poderes Locales (artículo 122 apartado A) y no como antes, que decía que el Gobierno del DF estaba a cargo de los Poderes Federales y órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial de carácter local.
Esto no lo teníamos, no estaba expresamente consignado en la Constitución, ahora no hay duda, ya no está a debate, ya no es necesario acudir a los tribunales federales para saber si la Ciudad de México tiene o no tales o cuales características, ahora tiene derechos ganados para todos y para todas.
Ahora la Ciudad cuenta con facultades para que su Legislatura presente iniciativas de Leyes ante el Congreso de la Unión, ya forma parte del proceso de cualquier reforma constitucional, ha quedado expresamente señalada la limitación de facultades de los poderes federales, sólo les corresponden las expresamente conferidas, todas las demás son de la Ciudad.
Hoy se cuenta con la disposición expresa para que la CDMX tenga un fondo de capitalidad 4 mil millones de pesos- que ya no dependerá de la voluntad política o del diálogo.
Sabemos que nuestra Ciudad tendrá una Policía Única y que contará con hacienda pública unitaria, lo que le da garantía de funcionamiento; que el próximo Jefe o Jefa de Gobierno podrá libremente designar al Jefe de la Policía y al Procurador, lo que hoy requiere la designación y aprobación, respectivamente.
Estos son algunos de los beneficios para nuestra Ciudad, para su administración, seguridad, finanzas y funcionamiento, pero dado el formato de esta colaboración no me puedo extender más.
Aunque dicho sea de paso, vale la pena destacar que la forma de elegir el Constituyente de lo que será la primera Constitución de la Ciudad de México no corresponde con la iniciativa enviada por el Jefe de Gobierno, sino que es un diseño propuesto en el proceso de elaboración del dictamen, en el que todos los grupos políticos participaron.
Al final, me parece que lo más importante es que se logró provocar la participación incluyente en lo que será el documento fundacional de la Ciudad de México.
Por eso, que bueno que hoy todas y todos hablamos de la CDMX.
* EL AUTOR ES JEFE DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO.