NACIONAL

Reprueban atención a los males crónicos

Adriana Alatorre

(08 abril 2016) .-00:00 hrs

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Sólo 8 por ciento de los obesos, 13 por ciento de los diabéticos, 23 por ciento de los hipertensos y 35 por ciento de quienes padecen dislipidemias reciben tratamiento en México, advirtió el Observatorio Mexicano de Enfermedades no Transmisibles (OMENT).

El organismo, creado en agosto 2015 por la Secretaría de Salud para evaluar la efectividad de la estrategia gubernamental contra la obesidad, analizó 59 indicadores federales y estatales sobre esos males crónicos.

Para su evaluación fueron agrupados en tres rubros: prevención, atención y regulación fiscal y sanitaria.

El monitoreo encontró que en México, 32 por ciento de los diabéticos se detecta oportunamente; del 13 por ciento que es tratado, sólo 37 por ciento está controlado.

Algo similar pasa en la atención a los hipertensos: se detectó oportunamente a 40 por ciento, y del 23 por ciento que sigue un tratamiento, 58 por ciento está controlado.

"Detectamos a pocos, ingresan a tratamiento aún menos y controlas a una cantidad muy pequeña", señaló Fátima Masse, consultora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), uno de los organismos encargados del análisis de los datos.

En el caso de los pacientes obesos, aunque se detectó un mayor porcentaje, 49 por ciento, sólo 8 por ciento inició tratamiento, pese a que esa enfermedad se considera el principal factor para sufrir los otros tres padecimientos y sus complicaciones.

De agosto de 2015 a marzo pasado, el OMENT revisó niveles de activación física, alimentación, condiciones escolares y medidas de alimentación, así como acceso a salud y fármacos.

En cuanto a la regulación fiscal y sanitaria, como el impuesto al refresco, aún no tienen evaluaciones concluyentes por falta de datos.

"Obtener todos los datos de atención médica representó una labor tortuosa, pues en muchas dependencias no existe el nivel de detalle que se buscaba y no tenían la información como se requería", indicó Masse.

Lo que muestra esta primera evaluación, agregó, es que hay grandes diferencias en el desempeño del sistema de salud en los estados, y que en algunos casos la baja incidencia de algún padecimiento se debe a un subregistro de padecimientos.

"En los estados donde hay bajas prevalencias es en donde tienen bajo nivel de atención médica y podían haber más casos de diabetes, obesidad, dislipidemia e hipertensión, pero no se detectan en unidades de atención. Podría haber un gran subregistro", alertó.

Puede ser, dijo, el caso de Quintana Roo o Guerrero.

"En dichas entidades, además, los niveles de registro de defunciones y de diagnóstico de las enfermedades de la población son más deficientes", advirtió Masse.