OPINIÓN

Los guaruras

Denise Dresser EN REFORMA

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Los guaruras. Los guardaespaldas. Contratados para proteger, vigilar y disparar contra cualquier enemigo, percibido o real. Empleados para que nada malo le pase a sus jefes, a quienes les deben el puesto y la lealtad. Como Raúl Cervantes, el recién nombrado procurador, quien ya ha expresado su deseo de ser fiscal general y quedarse nueve años en el puesto. Como los recién elegidos magistrados del Tribunal Electoral, cuyo plazo fue extendido de manera inconstitucional. Colocados allí con la intención expresa de cuidar los intereses de quienes los eligieron: el presidente Peña Nieto y los partidos y el priismo internalizado por todos. Diciéndonos que no tienen la intención de "joder" al país, pero terminan por hacerlo. Ambos casos -lamentables- no solo por los nombramientos y los procedimientos sino por la ausencia de contrapesos. Cervantes y los magistrados electorales se vuelven guaruras porque el Senado lo permitió.