OPINIÓN

Contra la unidad

Jesús Silva-Herzog Márquez EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Se equivocan quienes piensan que la unidad fortalece. Hablar como si fuéramos uno nos debilitaría. Sería, por supuesto, una falsificación. Imposible hacer desaparecer las discrepancias, borrar las desigualdades y los agravios, negar la contraposición de nuestros propios intereses. Pero esa fingida cohesión no solamente sería una farsa, sería, sobre todo, una mala estrategia. El pluralismo no amenaza el interés nacional como nos quieren convencer quienes ven con sospecha el disenso ante la amenaza. Hay mil maneras de defender al país. Creer que la única forma de hacerlo es respaldar al gobierno o deponerlo es abdicar de las muchas formas en que podemos hacer valer los intereses nacionales. ¿En verdad creen los promotores de la unidad que tener una sola voz frente al patán nos permitiría defendernos mejor de su amenaza? La diversidad no nos hace vulnerables. Lo que nos debilita frente al agresor son nuestros fracasos no nuestras diferencias.