El deterioro es lento pero seguro. Las dificultades se apilan y las expectativas empeoran. La imagen del gobierno empobrece de manera sistemática sin que nadie sea capaz de revertirla. Los partidos y precandidatos intentan sacar raja del árbol caído, sin preocuparse por las implicaciones de su actuar, igual el PAN que el PRD, Morena o la colección de independientes: cada quien para su santo. Súbitamente sale el sol: Trump parece liberar a todos de sus penas porque ofrece la oportunidad de un problema -o enemigo- común. La unidad adquiere una dimensión cósmica: todos somos migrantes, todos somos patriotas, todos somos buenos. Todos, menos la dura realidad.
Presidente de CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica y Clasemediero: pobre ya no, desarrollado aún no. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.