Comala 2017
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
Los habitantes, muertos en vida, de Comala de Juan Rulfo creían en el infierno. También creían en el pecado y en la culpa. Mucho se ha comparado a Comala con el infierno, el infierno de Dante, y ahora, podríamos decir, el infierno en que se ha convertido nuestro país para muchos periodistas por el "pecado" de hablar del crimen organizado. Todavía no han pasado ni dos meses del asesinato de Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, del cual aún no hay detenidos, cuando nos enteramos con horror de la violenta muerte de Javier Valdez, corresponsal de La Jornada, en Culiacán. Respecto al homicidio de Miroslava, Valdez escribió en su cuenta de Twitter: "A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio". A Javier Valdez, de 50 años, lo asesinaron en pleno día. En el lugar quedaron 12 casquillos. Murió con su sombrero puesto.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores