OPINIÓN

Las manos del doctor Q

Jorge Ramos Ávalos EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
JACKSONVILLE, Florida.- El cerebro está pulsando frente a mí. Nunca imaginé que el cerebro latiera como un corazón. Es beige, casi café claro. Las venas y arterias son moradas, extendidas, como arañas cuidando su presa. No puedo voltear a otro lado. Si el alma existe, está ahí dentro.