OPINIÓN

El diseño de la impunidad

Juan E. Pardinas EN REFORMA

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No llegamos aquí por casualidad. Nuestro estado de la impunidad no es un producto del azar, sino de un ejercicio de planeación legislativa. Una ingeniería cuidadosa que diseña lagunas donde debería haber sanciones. Agujeros en las leyes por donde se fugan ex gobernadores y otros delincuentes que están devastando a las instituciones de la República. La Ley General de Delitos Electorales es un buen ejemplo de este diseño de la impunidad. De acuerdo con el espíritu de esta norma, el desvío de recursos públicos para fines electorales no es considerado un delito grave. Para los ladrones que se roban lana del erario con el fin de apoyar a un partido político o campaña electoral, las leyes diseñadas en el Congreso muestran toda la severidad y dureza de un flan a medio cuajar.