OPINIÓN

Farsa, simulación y trampa

Jesús Silva-Herzog Márquez EN REFORMA

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El caudillismo se consagra cuando se vuelve incuestionable. Nadie le ha preguntado al dirigente nacional de Morena cómo se elegirá al candidato presidencial de ese partido. A nadie se la ha ocurrido. No hay encuentro con el presidente del PRI, del PAN, del PRD que no lleve a la pregunta de la candidatura presidencial. Hasta a los dirigentes del Partido Verde los cuestionan sobre su proceso de designación. Al dirigente de Morena nadie le pregunta sobre ese asunto. ¿Qué método seguirá Morena para designar a su candidato? ¿Quiénes aspiran a la candidatura presidencial de Morena? ¿Habrá debates internos? Obviamente no hace falta hacer las preguntas. El partido tiene dueño y sirve a una ambición.