El caudillismo se consagra cuando se vuelve incuestionable. Nadie le ha preguntado al dirigente nacional de Morena cómo se elegirá al candidato presidencial de ese partido. A nadie se la ha ocurrido. No hay encuentro con el presidente del PRI, del PAN, del PRD que no lleve a la pregunta de la candidatura presidencial. Hasta a los dirigentes del Partido Verde los cuestionan sobre su proceso de designación. Al dirigente de Morena nadie le pregunta sobre ese asunto. ¿Qué método seguirá Morena para designar a su candidato? ¿Quiénes aspiran a la candidatura presidencial de Morena? ¿Habrá debates internos? Obviamente no hace falta hacer las preguntas. El partido tiene dueño y sirve a una ambición.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.