OPINIÓN

León o ratón

Denise Dresser EN REFORMA

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Sabemos que toca la guitarra. Sabemos que habla inglés. Sabemos que lleva a sus hijos a la escuela. Dicen que es inteligente y articulado. Señalan que tiene talento político y a eso se debe su ascenso vertiginoso en la política y en el PAN. Eso es lo que sabemos de Ricardo Anaya. Lo que no sabemos es si el "joven maravilla" -que hoy ocupa el segundo lugar en las preferencias electorales- realmente es quien ostenta ser. Alguien con las agallas para trastocar el régimen prianista; alguien con la audacia para romper el pacto de impunidad; alguien capaz de ser líder audaz de un Frente que enfrente y no sólo simule hacerlo. Los mensajes que ha mandado en la precampaña son contradictorios. A ratos dan ganas de darle una palmada en la espalda, pero en otros momentos dan ganas de propinarle un puntapié. A veces parece ser Ricardo corazón de león y a veces, Ricardo corazón de ratón.