Para Maquiavelo, los operadores políticos exitosos son quienes dan la apariencia de inocencia y nutren una reputación de benevolencia, independientemente de que, por debajo del agua, estén tramando. En contraste, quienes se asumen como maquiavélicos y tratan de desarrollar una reputación como tales -los grillos y otros políticos pretenciosos- no lo son. Esta reflexión sobre las virtudes del poder y su administración me vino a la mente al leer un libro excepcionalmente interesante, tanto por la honestidad del autor como por sus implicaciones.
Presidente de CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica y Clasemediero: pobre ya no, desarrollado aún no. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.