OPINIÓN

En la región de Borgoña, al norte de Francia, hay un exquisito camino para compartir con los amigos

La ruta de los grandes vinos

PATA DE PERRO / Alonso Vera EN REFORMA

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La vida es maravillosa a bordo del tren que viaja entre París y la Borgoña. Si tienes sueño te arrulla y duermes como bebé el par de horas que dura la travesía. Si quieres permanecer despierto, la vida al interior de los vagones y el paisaje de colinas vestidas con cepas que ya se asoman a las afueras de Dijon llenan los ojos.