OPINIÓN

Caleidoscopio en París

Eduardo Caccia EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Llegué a París y no todo es luz. Por acá está la sede de la Unesco donde hace unos días el gobierno mexicano votó en contra de que se reconozca el vínculo del pueblo judío con uno de sus lugares santos, el Monte del Templo, en Jerusalén. A la cuestionable posición de México hay que añadir la lamentable destitución del embajador mexicano ante la Unesco, Andrés Roemer, un hombre capaz que ha tenido que pagar injustamente los platos rotos por la torpeza de sus superiores. Por si fuera poco, se ha desatado un linchamiento social en contra del ex representante mexicano, que en poca medida atañe al asunto de la votación en la Unesco y es más bien la expresión de un preocupante sentimiento de odio (schadenfreude es el placer derivado del infortunio ajeno).