OPINIÓN

El miedo y el desamparo

Jesús Silva-Herzog Márquez EN REFORMA

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"Hay cadáveres en las calles. Explota una granada en alguna parte. Un niño muere durante una persecución de militares tras unos halcones. Hay matones detenidos y armas decomisadas, olor a carne quemada, a cabellos muertos. La ciudad es como un panteón de almas en pena, una Llorona multiplicada que en realidad no tiene lágrimas porque las desparrama hacia dentro y nadie debe saberlo, porque sobrevivir es rendirse y acostumbrarse al imperio de los cañones de fusiles automáticos; esa sangre esa agua salada, las cavidades acuosas, la muerte, el grito de dolor podrido, no sale en los periódicos: en sus páginas se publica el silencio, acaso un accidente, el alza en los precios de los productos y algún discurso del gobernador". Javier Valdez Cárdenas, autor de este párrafo no se rindió y, como anticipaba ahí, no sobrevivió.