OPINIÓN

Perspectiva de democracia

Luis Rubio EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Cuando, en los setenta, el país comenzó a adoptar formas democráticas, la esperanza era que esa forma de gobierno gradualmente iría adquiriendo fuerza propia, creando condiciones para el desarrollo de una manera mucho más estable y permanente. Las sucesivas reformas electorales y políticas, se suponía, traerían consigo un entorno de civilidad que permitiría dar un gran salto hacia la democracia y la civilización. Ya desde entonces, un profundo conocedor de México, John Womack, advertía que esto no era lo natural: "la democracia no produce, por sí misma, una forma decente de vivir; más bien, son las formas decentes de vivir las que producen la democracia".