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ENTRE BROMAS
¡Que me devuelva mi dinero!.- Chávez
Édgar Sánchez
Monterrey, México (07 febrero 2015) .-00:01 hrs
"Yo sé que Don King no habla español, así que aquí voy a decir algo... ¡Que me devuelva mi dinero!", dijo riéndose a carcajadas Julio César Chávez González.
El ex campeón mundial de boxeo bromeaba así tras ser develada su estatua en esta ciudad la tarde del jueves.
Unas 3 mil personas se arremolinaron en torno al monumento de más de 5 metros de alto, colocado en el jardín del Polideportivo Juan S. Millán para rendirle tributo al considerado por muchos como pugilista más grande de México.
JC Chávez hizo su reclamo a unos metros de King, quien fuera su manager, uno de los invitados especiales al evento, entre quienes se encontraba el director técnico del Tri, Miguel Herrera, y el Hijo del Santo.
"Es broma, es broma", aclaró Julio, quien admitió estar muy emocionado.
"Estoy nervioso, siento como si volviera a pelear", aceptó.
Ataviado en su peculiar chamarra de mezclilla, dos Banderas de México en las manos y sin su peinado característico, el extravagante promotor se tomó fotos y repartió autógrafos.
"¡Don King!, ¡Don King!", le llamaban algunos asistentes. "¡El Santo!", pedía un niño. "¡El Piojo!", gritaban otros desde el tumulto.
La sonrisa en el rostro Chávez reflejaba su emoción. Tomó el micrófono y agradeció a los asistentes su dedicación y apoyo.
"Aquí está otro peleador, creo que ya me lo cambiaron porque cuando peleó conmigo estaba muy delgadito, Rubén Castillo, que peleó con los mejores del mundo y ninguno pudo noquearlo, nada más que el gran boxeador mexicano", dijo el seis veces campeón del mundo en son de broma.
A Gilberto Mendoza, presidente de la AMB, le reclamó que nunca le dieron su cinturón de unificación, después de su duelo con Edwin Rosario en 1987.
El ex campeón mundial de boxeo bromeaba así tras ser develada su estatua en esta ciudad la tarde del jueves.
Unas 3 mil personas se arremolinaron en torno al monumento de más de 5 metros de alto, colocado en el jardín del Polideportivo Juan S. Millán para rendirle tributo al considerado por muchos como pugilista más grande de México.
JC Chávez hizo su reclamo a unos metros de King, quien fuera su manager, uno de los invitados especiales al evento, entre quienes se encontraba el director técnico del Tri, Miguel Herrera, y el Hijo del Santo.
"Es broma, es broma", aclaró Julio, quien admitió estar muy emocionado.
"Estoy nervioso, siento como si volviera a pelear", aceptó.
Ataviado en su peculiar chamarra de mezclilla, dos Banderas de México en las manos y sin su peinado característico, el extravagante promotor se tomó fotos y repartió autógrafos.
"¡Don King!, ¡Don King!", le llamaban algunos asistentes. "¡El Santo!", pedía un niño. "¡El Piojo!", gritaban otros desde el tumulto.
La sonrisa en el rostro Chávez reflejaba su emoción. Tomó el micrófono y agradeció a los asistentes su dedicación y apoyo.
"Aquí está otro peleador, creo que ya me lo cambiaron porque cuando peleó conmigo estaba muy delgadito, Rubén Castillo, que peleó con los mejores del mundo y ninguno pudo noquearlo, nada más que el gran boxeador mexicano", dijo el seis veces campeón del mundo en son de broma.
A Gilberto Mendoza, presidente de la AMB, le reclamó que nunca le dieron su cinturón de unificación, después de su duelo con Edwin Rosario en 1987.
