EMPRESAS
Queda en el aire futuro de AICM
Alan Miranda y Azucena Vásquez
Cd. de México (20 abril 2015) .-00:00 hrs
Los 2 mil 426 negocios y empresas de los alrededores del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que dependen directamente de su operación no saben si sobrevivirán luego de que éste deje de funcionar en 2020.
Por tanto, temen por la estabilidad económica de las 13 mil 162 familias a las que dan sustento, según cifras de la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito Federal (Sedeco).
El 80 por ciento de las unidades económicas que dependen directamente del actual aeropuerto son micronegocios, según esta dependencia.
A ocho meses de que se anunciara la construcción de una nueva terminal, ni la SCT ni el DF han definido qué uso le darán a las 710 hectáreas del AICM, que representan el uno por ciento de la mancha urbana.
La Sedeco anticipó que la discusión durará, por lo menos, un año más.
"Todo cabe. Estamos seguros que tiene que tener un área importante de espacio público, pero que le caben todas las posibilidades: centros de convenciones, industria, clusters tecnológicos, universidades, zona recreativa, vivienda.
"Pero el qué y cómo se va a ir desarrollando, eso tiene que ser muy cuidado y pensado", informó la Sedeco.
Reconoció que también será necesario incluir en ella áreas verdes, espacios públicos y, tal vez, inundar una parte de los terrenos con fines de regulación hidrológica.
Mientras tanto, tiendas, hoteles y restaurantes que atienden a los pasajeros y trabajadores del AICM no saben si tendrán que reubicarse o si el nuevo uso les permitirá seguir operando ahí.
Para el encargado del Hotel Puerto de México, ésta es una preocupación real, pues el negocio, creado hace 5 años, tiene como clientes a tripulaciones y viajeros que llegan en busca de hospedaje.
Rafael García, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, sostuvo que los hoteles y todos los negocios necesitan tener certeza sobre lo que sucederá varios años antes de que el actual aeropuerto deje de operar.
"Que de una vez se planee qué se va a hacer con eso. (No hacerlo) sería un grave error y esa zona sí quedaría medio aislada y muerta", expresó.
Pese a todo esto, la Sedeco confía en que hay suficiente tiempo para tomar la decisión.
"No puedes empezar a hacer nada hasta que no se mude por completo (el aeropuerto)", según la dependencia.
Por tanto, temen por la estabilidad económica de las 13 mil 162 familias a las que dan sustento, según cifras de la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito Federal (Sedeco).
El 80 por ciento de las unidades económicas que dependen directamente del actual aeropuerto son micronegocios, según esta dependencia.
A ocho meses de que se anunciara la construcción de una nueva terminal, ni la SCT ni el DF han definido qué uso le darán a las 710 hectáreas del AICM, que representan el uno por ciento de la mancha urbana.
La Sedeco anticipó que la discusión durará, por lo menos, un año más.
"Todo cabe. Estamos seguros que tiene que tener un área importante de espacio público, pero que le caben todas las posibilidades: centros de convenciones, industria, clusters tecnológicos, universidades, zona recreativa, vivienda.
"Pero el qué y cómo se va a ir desarrollando, eso tiene que ser muy cuidado y pensado", informó la Sedeco.
Reconoció que también será necesario incluir en ella áreas verdes, espacios públicos y, tal vez, inundar una parte de los terrenos con fines de regulación hidrológica.
Mientras tanto, tiendas, hoteles y restaurantes que atienden a los pasajeros y trabajadores del AICM no saben si tendrán que reubicarse o si el nuevo uso les permitirá seguir operando ahí.
Para el encargado del Hotel Puerto de México, ésta es una preocupación real, pues el negocio, creado hace 5 años, tiene como clientes a tripulaciones y viajeros que llegan en busca de hospedaje.
Rafael García, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, sostuvo que los hoteles y todos los negocios necesitan tener certeza sobre lo que sucederá varios años antes de que el actual aeropuerto deje de operar.
"Que de una vez se planee qué se va a hacer con eso. (No hacerlo) sería un grave error y esa zona sí quedaría medio aislada y muerta", expresó.
Pese a todo esto, la Sedeco confía en que hay suficiente tiempo para tomar la decisión.
"No puedes empezar a hacer nada hasta que no se mude por completo (el aeropuerto)", según la dependencia.
