NACIONAL
Saluda Iglesia 'debacle' del PRD en DF
REFORMA / Redacción
Cd. de México (14 junio 2015) .-15:55 hrs
En opinión de la Arquidiócesis de México, las elecciones del pasado 7 de junio cobraron factura al PRD en la Ciudad de México y, a nivel nacional, mostraron el fastidio de la gente hacia el tripartidismo.
En el editorial del semanario Desde la Fe, la Iglesia externó que desde 1997, cuando el sol azteca tomó control de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), la ciudadanía de la Capital padeció injusticias.
Además, agregó, en la ALDF se incubaron "desgraciadas legislaturas" desde las que emanaron normatividades que atentan contra la vida de los no nacidos y de la familia, además de la corrupción y la poca transparencia que persiste en dicho órgano legislativo.
"Desde 1997, la Ciudad de México fue sometida al control de un partido que, por falta de competencia y renovación, se enquistó en el poder para confiarse falsamente en un respaldo perpetuo", criticó la Arquidiócesis de México.
"La administración pública sufrió la incompetencia de delegados y ex jefes de Gobierno, quienes abandonaron la Ciudad dejándola a merced de la corrupción y de las tribus que hicieron de las demarcaciones auténticos nidos de nepotismo, encubrimiento e impunidad.
"Por desgracia, el pueblo del DF sufrió pérdidas millonarias por obras faraónicas inservibles por las que nadie ha respondido", lamentó.
Sin mencionar a Morena, la Arquidiócesis reconoció a la fuerza política emergente y expresó que la sociedad esperaba que el cambio de gobierno no se viera sólo en el cambio de partido gobernante en turno.
"La debacle amarilla fue reconocida por las dirigencias: renovarse o morir; sin duda, presagios nada halagüeños para esa izquierda a la que el electorado pasa factura", destacó.
No obstante lo que consideró una baja participación -47 por ciento de los inscritos en el padrón nacional-, la Iglesia consideró que, mediante su voto, la sociedad cuestionó al régimen actual y reconfiguró escenarios electorales para terminar con hegemonías con las que se pensaba que era imposible acabar.
"El estreno de las candidaturas independientes son buen indicio para dar un respiro de aire fresco frente al tufo podrido de los partidos políticos, al confirmarse los triunfos de aspirantes sin partido a una gubernatura, a presidencias municipales y a una curul en el Poder Legislativo", externó.
Aseguró que la ciudadanía manifestó su voluntad en rechazo a los partidos y para cambiar las cosas antes de que fuera demasiado tarde.
En el editorial del semanario Desde la Fe, la Iglesia externó que desde 1997, cuando el sol azteca tomó control de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), la ciudadanía de la Capital padeció injusticias.
Además, agregó, en la ALDF se incubaron "desgraciadas legislaturas" desde las que emanaron normatividades que atentan contra la vida de los no nacidos y de la familia, además de la corrupción y la poca transparencia que persiste en dicho órgano legislativo.
"Desde 1997, la Ciudad de México fue sometida al control de un partido que, por falta de competencia y renovación, se enquistó en el poder para confiarse falsamente en un respaldo perpetuo", criticó la Arquidiócesis de México.
"La administración pública sufrió la incompetencia de delegados y ex jefes de Gobierno, quienes abandonaron la Ciudad dejándola a merced de la corrupción y de las tribus que hicieron de las demarcaciones auténticos nidos de nepotismo, encubrimiento e impunidad.
"Por desgracia, el pueblo del DF sufrió pérdidas millonarias por obras faraónicas inservibles por las que nadie ha respondido", lamentó.
Sin mencionar a Morena, la Arquidiócesis reconoció a la fuerza política emergente y expresó que la sociedad esperaba que el cambio de gobierno no se viera sólo en el cambio de partido gobernante en turno.
"La debacle amarilla fue reconocida por las dirigencias: renovarse o morir; sin duda, presagios nada halagüeños para esa izquierda a la que el electorado pasa factura", destacó.
No obstante lo que consideró una baja participación -47 por ciento de los inscritos en el padrón nacional-, la Iglesia consideró que, mediante su voto, la sociedad cuestionó al régimen actual y reconfiguró escenarios electorales para terminar con hegemonías con las que se pensaba que era imposible acabar.
"El estreno de las candidaturas independientes son buen indicio para dar un respiro de aire fresco frente al tufo podrido de los partidos políticos, al confirmarse los triunfos de aspirantes sin partido a una gubernatura, a presidencias municipales y a una curul en el Poder Legislativo", externó.
Aseguró que la ciudadanía manifestó su voluntad en rechazo a los partidos y para cambiar las cosas antes de que fuera demasiado tarde.
