ECONOMÍA

Pegaría fracaso de Ronda Uno a economía

Adriana Arcos

Cd. de México (20 julio 2015) .-11:21 hrs

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El fracaso de la primera fase de la Ronda Uno abrió la posibilidad de que no se dé la inversión en el sector energético en la magnitud que se suponía.

Además, la producción de petróleo podría seguir disminuyendo, lo cual afectaría la balanza petrolera, el crecimiento económico y el comportamiento de los mercados financieros, consideró Vector Casa de Bolsa en un reporte. 

La adjudicación de sólo 2 de 14 bloques concursados en la primera fase de la Ronda Uno tendrá implicaciones sobre las próximas subastas de las diferentes zonas petroleras, señala.

Con estos resultados, se abre la posibilidad de que el País pueda no recibir los flujos de inversión extranjera en la cantidad que se estaba pensando, estimada entre 300 y 600 mil millones de dólares en los próximos 10 años. 

De acuerdo con el reporte, lo más probable es que las autoridades gubernamentales revisen todos los procedimientos y requerimientos para la subasta con el objeto de hacer más atractiva la participación de las empresas, proceso que enfrentará dos dificultades.

El primero sería la competencia entre diversos países en el mundo por atraer inversión a sus campos petroleros, y el segundo la caída en la rentabilidad de las empresas petroleras a consecuencia de la contracción en los precios internacionales del petróleo, que obliga a las empresas a exigir cada vez mejores condiciones para su operación.

Ambas representan una fuerte presión sobre el Gobierno mexicano para que abarate las subastas, lo cual, refiere el documento, en términos políticos no sería muy bien visto internamente. 

También queda cuestionada la posibilidad de que el Gobierno pueda obtener más ingresos derivados de los impuestos a los ingresos relacionados con una mayor producción de petróleo. 

En tal sentido, detalla, el Gobierno tendría que buscar fuentes alternas de ingresos o en su defecto disminuir su gasto, con los consiguientes efectos negativos sobre el crecimiento económico.

"Al existir la posibilidad de que no ingresen estos recursos en la magnitud estimada, vía Inversión Extranjera Directa, en el corto plazo el tipo de cambio debería observar presiones para una mayor depreciación del peso, mientras que hacia el mediano plazo debería menguar no sólo el crecimiento del Producto Interno Bruto potencial, sino también el de la demanda agregada", señala el reporte.

Con menores tasas de crecimiento esperado de la economía, deberán también afectarse las perspectivas de ganancias de las empresas y por tanto las valuaciones de mercados accionarios.

Estos elementos obligarán a los diferentes agentes económicos, sobre todo extranjeros, a moderar sus expectativas sobre el futuro de la economía mexicana, concluye.