OPINIÓN

México, Estados Unidos y el TLC

Luis Rubio EN REFORMA

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Estados Unidos es una potencia mundial, la más rica economía del mundo y el principal punto de convergencia y atención de prácticamente la totalidad de las naciones del orbe. Aunque nosotros vemos a esa nación como nuestra frontera, la realidad es que se trata de dos naciones radicalmente distintas en poderío, ambición y forma de conducirse. Esto no es bueno ni malo: es la realidad que tenemos que reconocer y aceptar. El hecho de que México planteara la negociación de lo que acabó siendo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte implicó que, después de casi dos siglos de independencia, nosotros habíamos reconocido esas diferencias y estábamos dispuestos a vivir con ellas, a la vez que las convertíamos en oportunidad. Nada de ello ha cambiado.