CULTURA

Hallan cenote bajo pirámide de Kukulkán

Diana Saavedra

Cd. de México (13 agosto 2015) .-13:40 hrs

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La pirámide de Kukulkán, considerada una de las siete maravillas del mundo moderno, fue construida sobre un cenote, reveló la primera tomografía realizada por la UNAM a la estructura.

René Chávez, investigador del Instituto de Geofísica de la casa de estudios, explicó en conferencia de prensa que tienen la certeza de que el cuerpo de agua no es muy grande, pero aún es necesario hacer más estudios para conocer bien sus características y acceso.

El trabajo, realizado a finales del año pasado, se hizo con fondos de la UNAM mediante el uso de 96 electrodos SySCAL que se colocaron alrededor de la pirámide y revelaron la presencia del cenote, cuya humedad no está expuesta a la estructura, pues cuenta aún con un techo de tres a cinco metros de grosor, precisó el investigador.

Hacia 1997, un equipo de arqueólogos liderado por la doctora Linda Manzanilla, sugirió la existencia de oquedades en algunas zonas de la pirámide, luego de realizar un análisis de radar en el terreno, por lo que sugirieron que se trataba de trincheras.

Aunque existía la intención de continuar con el estudio, faltaban fondos económicos y, hasta el año pasado -como reportó REFORMA-, se logró reactivar el proyecto con la idea de realizar una Tomografía Eléctrica Tridimensional en Kukulkan y la pirámide de El Osario.

"Creemos que es una estructura pequeña y tampoco creemos que esté totalmente lleno. El hallazgo es importante porque los arqueólogos lo intuían, pero no existía la seguridad", añadió Chávez ante los medios de comunicación reunidos en la Casa de las Humanidades.

Los primeros cálculos indican que el cuerpo de agua mide (de norte a sur) unos 25 metros y, en su parte más alargada, 30 o 35, con una profundidad estimada en poco más de 20 metros.

Denisse Argote, investigadora del INAH que participó en el proyecto, añadió que bajo varios edificios prehispánicos del territorio nacional se han hallado o se piensa que existen oquedades o cavidades que eran importantes para la cosmovisión prehispánica, por ejemplo, en Teotihuacán.

Para el trabajo, los investigadores colocaron los electrodos en el suelo alrededor del edificio a los cuales conectaron corriente eléctrica, formando una especie de circuito.

Dependiendo de la forma en que la corriente corre a través del subsuelo, los especialistas detectan diferentes estructuras con las cuales elaboraron un mapa que les permitió visualizar el material bajo la pirámide.

Debido al aire, una cavidad vacía o hueco en la tierra permite limita el paso de la corriente eléctrica, mientras que un sitio saturado con agua la transfiere fácilmente.

Antes de El Castillo, se hicieron pruebas en la pirámide de El Osario o Tumba del Sumo Sacerdote, también en Chichén Itzá, con dimensión de 9 metros de altura y 45 metros por lado, donde fue encontrada una cavidad similar.

"Esto no es raro en un suelo como el de Yucatán, donde por lo general, a profundidad, los cenotes están interconectados como si se tratara de una red venosa donde el agua es como la sangre", abundó Chávez.

Debido al éxito de esta primera etapa del trabajo, en octubre próximo iniciarán un nuevo estudio, con la misma técnica con el que esperan tener una mejor idea de los periodos de construcción de la pirámide, además de saber si existe algún pasaje interior que conduzca al cenote.

Para esta nueva etapa, los investigadores ya cuentan con 180 mil pesos, pero aún les faltan 100 mil más para financiar el uso de los equipos y los insumos necesarios.