CIUDAD

'Quería Montserrat mejorar transporte'

Yadira Cruz

Cd. de México (22 noviembre 2015) .-00:00 hrs

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La muerte de Monserrat Paredes Alva, quien fue atropellada el martes por un camión en Paseo de la Reforma mientras circulaba en bicicleta, es sólo una muestra de la impunidad que impera entre los conductores de transporte público, consideran los padres de la joven universitaria.

"¿Cuántos casos de peatones atropellados, ciclistas, motociclistas, o automovilistas embestidos, han quedo en el limbo durante décadas?", cuestionó Gabriel Paredes, padre de la estudiante.

"Si hiciéramos una investigación profunda, yo creo que son miles de familias que han quedado destruidas".

Su hija mayor utilizaba al menos una vez por semana el servicio de la Ecobici cuya credencial era del padre y aunque no había tenido ningún percance en la red, ya había padecido, hace poco más de un año, por la imprudencia de otro camión que embistió su auto en el Centro.

"¿Por qué tenemos que vivir como salvajes, con un trasporte público con choferes tan mal capacitados? Tú te subes a cualquier camión de esos y traen la música a todo volumen", indicó Paredes, "¿Pueden oír así a las ambulancias?, ¿a los ciclistas cuando les pegan?, Si los pasajeros van colgados como moscas, ¿cómo van a ver los espejos? Pasan junto al (policía) de Tránsito y éste no ve nada".

"¡No nos hagamos güeyes!, Ahí está el problema, que no lo queramos ver es diferente, pero ¿por qué no lo queremos ver?".

Él mismo, frente a su casa en la Colonia San Rafael, estuvo a punto de ser arrollado por un camión horas después de sepultar a Montserrat.

Tras haber acudido a la primera audiencia del caso, los deudos indicaron que se quiere responsabilizar a los ciclistas por el percance, cuando hay testigos y un video en el que se observa la irresponsabilidad del chofer.

"Él (el chofer) le da alcance a los ciclistas, van quedando en medio del camión, y los ciclistas, mi hija y otro, intentan salir de esas zona, si las autoridades creen que con un discurso de que van a dar cursos para ciclistas está solucionado el problema, se equivocan".

"Voy a llegar hasta donde tenga que llegar para hacer justicia, no importa el tiempo que me lleve", afirmó Paredes.

Hoy acudirán a la ceremonia que la agrupación Bicitekas organiza en el cruce de Paseo de la Reforma y Andador Colonia.

"Todo lo que sea para bien, si de esto se pueden salvar una o dos vidas, pues lo vamos a hacer", comentó Mónica Alva, mamá de Montserrat.

"Acudimos sin el propósito de atacar a nadie, porque no nos interesa, no buscamos ni revancha, ni venganza, ni nada, sólo que las leyes hagan su trabajo".

'Siempre repartió amor'


Decenas de flores de colores que adornaron la sala del velatorio, hoy llenan la recámara de Montserrat, otras tantas las escaleras, el comedor y el pasillo de su casa.

"Era una niña que no sabía querer, sólo amar, ella a donde fuera repartió amor", asegura su padre, Gabriel Paredes.

Su madre piensa en ella y la ve sonriendo, repartiendo besos a todo mundo, alegre y con muchos amigos.

Mon, como la llaman sus padres, estudiaba el tercer semestre de Mercadotecnia en la Escuela Bancaria y Comercial, y laboraba en una agencia de publicidad en Polanco.

Quien fuera su niñera, Chabelis, aún le lleva un café por las mañanas y otro por la noche.

A ratos, también, un vaso de agua para charlar con su niña ausente.

Montserrat desde los tres años practicó ballet y anduvo en bicicleta toda su vida.

Dedicaba su tiempo a coordinar actividades deportivas y recreativas con niños en cursos de verano del centro vacacional Las Estacas, en Morelos. Era uno de sus lugares favoritos.

"Cuando se trataba de una injusticia, siempre defendía a las víctimas; las injusticias no le gustaban y siempre peleaba contra de ellas", recuerda su madre, Mónica Alva.