INTERNACIONAL

Acuerda Japón compensar a esclavas

Xavier Fontdeglòria / El País Internacional

Beijing, China (28 diciembre 2015) .-08:30 hrs

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Si hay un asunto que bloqueó constantemente los intentos de Japón y Corea del Sur de mejorar sus relaciones bilaterales, este es sin duda el de las llamadas esclavas sexuales.

Se trata de unas 200 mil mujeres, la mayoría coreanas pero también procedentes de China o Filipinas, que fueron obligadas a prostituirse en burdeles militares del Ejército imperial japonés durante las guerras de expansión por el continente desde inicios del siglo 20 y hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Ambos países llegaron a un principio de acuerdo este lunes para resolver este escollo, en el que Japón asume su responsabilidad por estos crímenes y pagará una compensación a las víctimas.

Tras 12 rondas de negociaciones, la reunión entre los titulares de exteriores de ambos países en Seúl se saldó con una resolución final e irrevocable de este espinoso capítulo de su historia.

"Este asunto ha herido profundamente el honor y la dignidad de muchas mujeres (...), el Gobierno japonés se siente sumamente responsable de ello", aseguró el Ministro nipón, Fumio Kishida.

También expresó la disculpa y arrepentimiento de corazón de parte del jefe de su Gabinete, el Primer Ministro Shinzo Abe, informa la agencia surcoreana Yonhap.

Corea del Sur llevaba años pidiendo una disculpa formal y una compensación para las víctimas antes de que murieran (actualmente quedan solamente 46 supervivientes en el país, todas superan los 80 años), mientras que Japón defendía que los asuntos derivados de su periodo de colonización del país entre 1910 y 1945 ya se habían cerrado con el acuerdo que normalizó las relaciones bilaterales en 1965.

De hecho, Abe llegó a rechazar durante su primer mandato como Premier japonés que el Ejército nipón hubiera utilizado a las llamadas "mujeres de confort" surcoreanas, unas palabras de las que se tuvo que retractar tras las fuertes protestas de Seúl, que hasta amenazó con graves consecuencias en las relaciones diplomáticas.

El acuerdo pone en marcha un fondo de compensación a las víctimas que será gestionado por el Gobierno surcoreano en el cual Japón aportará mil millones de yenes de sus arcas públicas.

En los años 90 ya se estableció el Fondo de Mujeres Asiáticas, una iniciativa nipona para tal fin, pero muchas de las víctimas no aceptaron las indemnizaciones porque el proyecto estaba gestionado por ciudadanos japoneses y no por el Gobierno, lo que interpretaron como un perdón a medias.

Kishida aseguró que el pacto marca el inicio de una nueva era en los lazos entre Corea y Japón.

Los dos países, a pesar de ser aliados de Estados Unidos en la región y de depender económicamente el uno del otro, habían visto reducido enormemente su diálogo político e incluso sus intercambios comerciales desde que Abe y la Presidenta surcoreana, Park Geun-hye, tomaron posesión de su cargo a finales de 2012 e inicios de 2013, respectivamente.

Desde entonces ambos Mandatarios han avivado, con fines políticos, el nacionalismo en sus países pero las posturas se han suavizado durante los últimos meses.

La primera reunión bilateral entre Park y Abe fue a principios de noviembre y en ella quedó patente la voluntad común de solucionar el conflicto de las esclavas sexuales como la principal prioridad.

Park dijo públicamente que esperaba que el asunto se resolviera antes de acabar este año, que marca el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y el medio siglo tras la normalización de las relaciones bilaterales.