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ENTREVISTA

'Pudo más la Legión que Francisco'

Ernesto Núñez

Distrito Federal (03 enero 2016) .-00:00 hrs

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"Una transnacional de la religión", así define el periodista Raúl Olmos a los Legionarios de Cristo, luego de investigar durante más de un lustro las extensas redes de poder de la congregación fundada por Marcial Maciel.

De los Legionarios se había dicho todo, principalmente lo relacionado a los escándalos de pederastia y a la doble vida de su fundador, pero poco se ha contado acerca del poder económico y la influencia política que despliega en todo el mundo.

Esto es lo que se propone Olmos en El imperio financiero de los Legionarios de Cristo (Grijalbo), un libro que comenzó a circular en diciembre de 2015, que narra y documenta cómo se fue construyendo un emporio que hoy tiene más liquidez que el propio Vaticano.

A partir de decenas de documentos y testimonios de miembros de la congregación -algunos de ellos cercanos colaboradores de Marcial Maciel-, Olmos va hilando una compleja maraña de asociaciones y escuelas con presencia en México, América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa, que llegan a recaudar hasta 300 millones de dólares en donativos que se invierten en decenas de fondos de empresas y compañías y que generan riquezas descomunales en paraísos fiscales.

Los "millonarios de Cristo", se les llama con cierto humor e ironía en México; sin embargo, nadie había documentado la existencia de esa fortuna, la manera en la que Maciel operó para multiplicarla y para obtener influencia e impunidad ante la Santa Sede y ante los gobiernos mexicanos de todo signo político.

"Es una transnacional de la religión, porque tienen no sólo la cuestión educativa, sino apostolados con presencia hasta en Asia", señala el autor, "pero en esta red también hay empresas que creó Maciel en lugares sin un perfil evangelizador; en Panamá, por ejemplo; en las islas Jersey, entre Inglaterra y Francia; Luxemburgo, Suiza... es una gran red de empresas creadas con fines de lucro, que es el punto a cuestionar".

El libro de Olmos arranca con una revelación: los millones de dólares que la Legión invirtió en fondos internacionales con nexos con la industria armamentista (United Technologies Corporation y Ametek Inc); empresas ligadas a la pornografía (Liberty Media, ligada a Private Media Group, o Comcast), el juego (Wynn Resorts), el alcohol (Diageo, Constellation Brands y Heineken) y los anticonceptivos (Johnson & Johnson y Pfizer, entre otras).

Un dato que, según Olmos, es muy Maciel.

"Es la característica de la Legión: Maciel, el hombre de dos o tres caras, que se presentaba como líder moral y era al mismo tiempo un criminal; una doble cara que contagia a la congregación y que la define, al menos en el tipo de fondos en los que durante décadas ha invertido millones de dólares".

La multiplicación de esa fortuna ha construido un poder que, a decir del autor, no ha podido regular ni el Papa Francisco.

El sometimiento
Raúl Olmos narra en el libro la compleja relación de la Legión de Cristo con El Vaticano en tres momentos: el encubrimiento y complicidad durante el pontificado de Juan Pablo II; la revelación y la expulsión de Maciel con el Papa Benedicto XVI, y la intervención e intento de purificación, con el Papa Francisco.

En sus últimos capítulos, describe cómo Benedicto XVI otorgó al cardenal Velasio de Paolis la máxima autoridad de la congregación, en julio de 2010, con el fin de renovarla. Y cómo, en febrero de 2014 (ya con Francisco en Roma), concluyó la intervención sin que ésta implicara una renovación a fondo que suplantara las estructuras creadas por Maciel.

Antes de dar por terminada su misión como comisionado, De Paolis declaró formalmente purificada a la Legión de los pecados de Maciel... Aquella fue una purificación de palabra, porque el clan de Maciel dejó hondas huellas.

A pesar de la evidente corrupción y descomposición interna, el Papa Francisco no ordenó la disolución de la congregación -como muchos analistas presagiaban-, ni tampoco dio un golpe de mando para obligar a la refundación o a la transformación radical de la Legión de Cristo. El pontífice realizó una intervención tersa, pues dejó prácticamente intacta la estructura financiera que ha privilegiado la obtención de ganancias sobre la labor de evangelización... escribe Olmos en el capítulo 11 de su libro.

En entrevista, el autor aporta un dato más para entender la relación actual de Francisco con la Legión: el 28 de octubre del año pasado, el Papa concedió la indulgencia plenaria a los Legionarios y a su brazo seglar, el Movimiento Regnum Christi, en el marco del 75 aniversario de la congregación, y a petición de su actual director general, Eduardo Robles Gil.

"Cuando llega el Papa Francisco había la expectativa de que él iba a extinguir la congregación, por ser un jesuita. Maciel odiaba a los Jesuitas, los veía como lo contrario a su forma de vida y de ser. Y los propios críticos dentro de la Legión veían con una gran expectativa la llegada de Francisco, quien nombra a un interventor de la legión para revisar sus cuentas. Pero no pasa nada. Y, hace unos meses, otorga la indulgencia plenaria, una especie de perdón", señala Olmos.

-¿Por qué? -se le pregunta.

-Por una razón muy simple; su poder económico es tan grande, que cortarlos de tajo sería cortar un suministro de fondos al Vaticano enorme. Tan sólo en donativos, lo que recibe la Legión equivale al presupuesto del Estado Vaticano: 300 millones de dólares. Ellos financian parte del Estado Vaticano. Sería darse un balazo en el pie. Además, Francisco enfrenta divisiones internas: cuando ha querido hacer reformas, los grupos conservadores lo han acotado, y uno de esos es la Legión -explica Olmos.

De cara a la visita del Papa a México (del 12 al 17 de febrero próximos), el autor de este libro considera que esa indulgencia pudo haber sido una manera de preparar el terreno, un paso previo para que el tema no brinque durante su gira.

El Vaticano se enfrentará a una disyuntiva: no podrá romper con los Legionarios, pues ellos tienen la experiencia de haber organizado la logística y la agenda de los anteriores viajes papales, pero tampoco podrá haber una reconciliación pública.

"El Papa siempre había tenido un discurso de condena hacia Maciel, y de repente la indulgencia, de repente los recibe en audiencias, y de repente va a visitarlos a Jerusalem, donde Juan Pablo II les regaló el Instituto Pontificio Notre Dame para que lo administren. Mi teoría es que lo que está detrás de esto es el poder económico de Los Legionarios y el ser un grupo conservador potente y poderoso, que tiene una gran influencia en el propio Vaticano y en México", señala Olmos.

"La visita no va a ser para un rompimiento, no le convendría a Francisco, aunque tampoco va a haber una reconciliación pública. La Legión va a estar en la visita, va a operar desde las sombras, en logística y estructura", añade.