OPINIÓN

Vida y economía

Luis Rubio EN REFORMA

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Según una anécdota derivada de las Vidas Paralelas de Plutarco, un exhausto banquero estadounidense se encontraba descansando en una pequeña aldea pesquera en la costa yucateca. Todos los días observaba a un pescador salir de madrugada, regresar con unos cuantos pescados y luego mecerse en su hamaca, jugar con sus hijos y tocar la guitarra con sus amigos. El banquero le preguntó si no querría que le ayudara a construir un gran negocio de pesca. El pescador pareció interesarse, así que el banquero siguió: juntaría yo a un grupo de inversionistas, comprarías varios barcos, montarías un gran negocio de pesca, procesamiento, enlatado y distribución. Podrías hacerte rico, aunque quizá tuvieras que mudarte a la ciudad de México o a Los Ángeles. ¿Y cuánto tiempo llevaría eso?, preguntó el pescador. Unos quince o veinte años, respondió el banquero. ¿Y luego qué? Ahí viene lo mejor, dijo el banquero: cuando sea el tiempo correcto colocaremos tu negocio en la bolsa de valores y te convertirás en un hombre inmensamente rico. ¿Millones? ¿Y luego qué? Con una gran sonrisa, el banquero respondió: "pues con ese dinero te podrías retirar, salir en tu bote, pasarte horas en la hamaca, jugar con tus hijos y tocar la guitarra con tus amigos".