Incluso cuando el coronavirus se propagó en México, Leonardo Meneses Prado mantuvo abierto su puesto de comida. "Para nosotros enfermarse es un lujo", dijo. Crédito: NYT
Su clientela casi desapareció desde que el Gobierno mexicano le pidió a la gente quedarse en casa, y sabía que él también corría el riesgo de contraer el coronavirus.