OPINIÓN

American crime

Jorge Volpi EN REFORMA

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Durante horas, el público estadounidense estuvo pendiente de los televisores. En esta ocasión, no a causa de un partido de futbol americano o de las Grandes Ligas, ni tampoco por una serie de suspenso, sino por una historia criminal de mayores proporciones: la comparecencia de Michael Cohen, antiguo abogado de Donald Trump, frente al comité del Congreso que investiga los desmanes del Presidente. En bares y restaurantes, y en millones de casas, la transmisión se convirtió en un espectáculo que provocaba tanto morbo como vergüenza, tanta expectación como asco. Durante largos años, Cohen fue uno de los hombres más cercanos a Trump, tanto que llegó a decir que estaría dispuesto a recibir una bala para proteger a su entonces jefe y amigo.