CIUDAD
Falla limpieza en presa
Alfredo Páez
(24 mayo 2015) .-00:00 hrs
A pesar de que hace un año el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, prometió limpiar las barrancas en Álvaro Obregón, eso no se ha cumplido.
La tarea fue encomendada a Leonel Luna, entonces Jefe Delegacional y ahora aspirante a una diputación local, sin embargo parece una misión de nunca acabar.
Durante un recorrido realizado por las presas Becerra A y B, se constató la presencia de trabajadores del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), quienes, en los últimos meses, con ayuda de maquinaria pesada se han encargado de sacar ocho y 15 toneladas de azolve, respectivamente.
"Siempre hacemos este trabajo en la temporada de lluvias, sólo que esta ocasión el agua se adelantó.
"De nada sirve que limpien una y otra vez, la basura siempre baja de las colonias", dijo Epifanio Contreras, trabajador del SACM.
Desde marzo del 2014, la Delegación Álvaro Obregón, en coordinación con las Secretarías de Medio Ambiente local y federal, iniciaron el rescate de la zona.
Tan sólo de la presa Becerra A, la Delegación ha retirado 242 toneladas de basura en un área de 20 mil metros cuadrados.
Para iniciar el rescate, la demarcación firmó un convenio con Semarnat para aplicar un programa de empleo temporal en el que los vecinos se encargarán de la limpieza de las barrancas y los ríos, a cambio de un apoyo económico.
Las autoridades delegacionales han invertido hasta ahora 15 millones de pesos en la limpieza de ocho barrancas y seis presas.
Las barrancas de los ríos San Borja y Becerra, las cuales están siendo saneadas por la Delegación y el Gobierno del Distrito Federal, no son los únicos casos donde se registra suciedad.
El escenario de toneladas de basura y cascajo se repite en los ríos, barrancas y presas de la demarcación.
Otro caso es el de la presa Texcalatlaco, ubicada en la colonia Olivar de los Padres, donde apenas hace tres semanas comenzó la limpieza del vaso regulador, sin embargo la lluvia del viernes pasado trajo montones de basura consigo.
María Eugenia Suárez, vecina de la zona, explica que no puede abrir la ventana de su jardín debido a que el olor de la barranca Texcalatlaco es insoportable.
A pesar de los proyectos de rescate, la presa Becerra sigue siendo una de las más afectadas por todo tipo de desperdicios.
Ubicado en la Colonia Barrio Norte, en la Delegación Álvaro Obregón, este vaso regulador tiene una superficie de aproximadamente dos hectáreas, en las cuales se habían acumulado hasta 3 mil toneladas de basura y un olor penetrante.
Aunque la delegación Álvaro Obregón concluyó el parque lineal Ojo de Agua, es poco visitado debido al olor penetrante a basura que desprende la presa Becerra B.
El parque, ubicado a un lado del vaso regulador, no agrada del todo a los vecinos.
"Los niños que juegan en la cancha de futbol se vomitan, porque se les revuelve el estómago debido al olor a basura.
"Es peor cuando hace calor, porque de plano se vuelve insoportable", dijo Raymundo Sosa, vecino de la colonia Barrio Norte.
El parque contará con tres ojos de agua para captar el vital líquido del Cerro del Pirul, el cual será canalizado a una barranca para ser absorbido por los árboles.
La tarea fue encomendada a Leonel Luna, entonces Jefe Delegacional y ahora aspirante a una diputación local, sin embargo parece una misión de nunca acabar.
Durante un recorrido realizado por las presas Becerra A y B, se constató la presencia de trabajadores del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), quienes, en los últimos meses, con ayuda de maquinaria pesada se han encargado de sacar ocho y 15 toneladas de azolve, respectivamente.
"Siempre hacemos este trabajo en la temporada de lluvias, sólo que esta ocasión el agua se adelantó.
"De nada sirve que limpien una y otra vez, la basura siempre baja de las colonias", dijo Epifanio Contreras, trabajador del SACM.
Desde marzo del 2014, la Delegación Álvaro Obregón, en coordinación con las Secretarías de Medio Ambiente local y federal, iniciaron el rescate de la zona.
Tan sólo de la presa Becerra A, la Delegación ha retirado 242 toneladas de basura en un área de 20 mil metros cuadrados.
Para iniciar el rescate, la demarcación firmó un convenio con Semarnat para aplicar un programa de empleo temporal en el que los vecinos se encargarán de la limpieza de las barrancas y los ríos, a cambio de un apoyo económico.
Las autoridades delegacionales han invertido hasta ahora 15 millones de pesos en la limpieza de ocho barrancas y seis presas.
Las barrancas de los ríos San Borja y Becerra, las cuales están siendo saneadas por la Delegación y el Gobierno del Distrito Federal, no son los únicos casos donde se registra suciedad.
El escenario de toneladas de basura y cascajo se repite en los ríos, barrancas y presas de la demarcación.
Otro caso es el de la presa Texcalatlaco, ubicada en la colonia Olivar de los Padres, donde apenas hace tres semanas comenzó la limpieza del vaso regulador, sin embargo la lluvia del viernes pasado trajo montones de basura consigo.
María Eugenia Suárez, vecina de la zona, explica que no puede abrir la ventana de su jardín debido a que el olor de la barranca Texcalatlaco es insoportable.
A pesar de los proyectos de rescate, la presa Becerra sigue siendo una de las más afectadas por todo tipo de desperdicios.
Ubicado en la Colonia Barrio Norte, en la Delegación Álvaro Obregón, este vaso regulador tiene una superficie de aproximadamente dos hectáreas, en las cuales se habían acumulado hasta 3 mil toneladas de basura y un olor penetrante.
Juegan en parque junto a la basura
Aunque la delegación Álvaro Obregón concluyó el parque lineal Ojo de Agua, es poco visitado debido al olor penetrante a basura que desprende la presa Becerra B.
El parque, ubicado a un lado del vaso regulador, no agrada del todo a los vecinos.
"Los niños que juegan en la cancha de futbol se vomitan, porque se les revuelve el estómago debido al olor a basura.
"Es peor cuando hace calor, porque de plano se vuelve insoportable", dijo Raymundo Sosa, vecino de la colonia Barrio Norte.
El parque contará con tres ojos de agua para captar el vital líquido del Cerro del Pirul, el cual será canalizado a una barranca para ser absorbido por los árboles.
