VIDA
Parnassós
Brindan velada excepcional
Gabriel Rangel / Crítico musical
(21 abril 2016) .-00:00 hrs
Las 36 sonatas que Wolfgang Amadeus Mozart escribió para la combinación de violín y piano constituyen un abanico amplio de su corpus creativo.
Un buen ejemplo de ello ofreció en la primera mitad de su recital el dueto conformado por el pianista belga Philippe Raskin y el violinista brasileño de ascendencia danesa Lavard Skou-Larsen en el segundo concierto de la Temporada de Primavera Parnassós 2016.
Desde los primeros acordes de la Sonata 21, K. 304, ambos mostraron una solidez armónica excepcional, además de un perfecto acoplamiento en su constante diálogo musical.
Cerraron la primera parte con la Sonata 32, K. 454, donde Skou-Larsen incluso dio visos de bravura durante el último movimiento, allegretto.
Raskin mostró un pianismo preciso y luminoso en todo momento.
Por si lo ya ofrecido no fuera suficiente, durante la segunda mitad brindaron otra no menos admirable interpretación de la Sonata No. 2, en La mayor, Op. 100, de Johannes Brahms.
Cerraron con tres selecciones del compositor y violinista austriaco Fritz Kreisler, sobresaliendo su célebre "Liebesleid".
El aplauso reiterado de los asistentes, que ocuparon mayormente la parte baja del Auditorio San Pedro, les hizo regresar para brindar de encore la "Siciliana" de la también austriaca Maria Theresia von Paradis.
Un buen ejemplo de ello ofreció en la primera mitad de su recital el dueto conformado por el pianista belga Philippe Raskin y el violinista brasileño de ascendencia danesa Lavard Skou-Larsen en el segundo concierto de la Temporada de Primavera Parnassós 2016.
Desde los primeros acordes de la Sonata 21, K. 304, ambos mostraron una solidez armónica excepcional, además de un perfecto acoplamiento en su constante diálogo musical.
Cerraron la primera parte con la Sonata 32, K. 454, donde Skou-Larsen incluso dio visos de bravura durante el último movimiento, allegretto.
Raskin mostró un pianismo preciso y luminoso en todo momento.
Por si lo ya ofrecido no fuera suficiente, durante la segunda mitad brindaron otra no menos admirable interpretación de la Sonata No. 2, en La mayor, Op. 100, de Johannes Brahms.
Cerraron con tres selecciones del compositor y violinista austriaco Fritz Kreisler, sobresaliendo su célebre "Liebesleid".
El aplauso reiterado de los asistentes, que ocuparon mayormente la parte baja del Auditorio San Pedro, les hizo regresar para brindar de encore la "Siciliana" de la también austriaca Maria Theresia von Paradis.
