Antonio Arochi.-
Para Juan Arturo "El Pollo" Torres Landa, este año ha sido muy especial y lo cierra muy contento, pues al enfrentarse a un problema de salud, se percató del cariño que le tiene la gente y, especialmente, sus familiares.
"Me di cuenta que tengo el ánimo y apoyo total de mi familia y amigos, quienes estuvieron conmigo en todo momento. Aprecié mucho la unión y el valor de la amistad", comentó el padre de dos varones y una mujer.
El empresario y amante de los toros afirma que esta situación lo debilitó, pero es algo que debe enfrentar, aunque está consciente que implicará tiempo y mucho esfuerzo de su parte.
"Lo primordial es sacar adelante el trasplante de hígado; posterior a la recuperación, quiero planear más desarrollos y seguir haciendo proyectos", comentó.
Para su hijo menor, Juan Andrés, la alegría y hermandad son dos aspectos que no pueden faltar en estas fechas, y, sobre la parte gastronómica, el ponche con piquete, el bacalao y el pavo son platillos imprescindibles en su cena de Noche Buena.
"El mejor regalo de Navidad que he recibido es la unión familiar. Estoy muy contento de que todos estemos pasando buenos momentos en conjunto y con amor", señaló Juan Andrés, quien es empresario taurino.
Por otra parte, Juan Arturo, "El Pollito", recuerda con especial cariño los festejos decembrinos, aunque confiesa, entre bromas, que sus hermanos eran quienes recibían mejores obsequios.
"A Juan Andrés le traían los regalos más padres por ser el pequeño, igual que a mi hermana, por ser la mayor, pero la verdad es que nunca sufrí, pues al final compartíamos los juguetes", dijo el restaurantero, quien espera continuar generando empleos y abrir otro restaurante en 2015.
Para "El Pollo", estas fiestas son símbolo de amor, unión y paz, y, especialmente, Navidad es para reunirse con los seres queridos, dar gracias y convivir.
"Mi familia es mi vida, mi todo, no me veo como una persona completa sin mis hijos, esposa y nietos", añadió la cabeza de los Torres Landa.
"Prácticamente he logrado tener lo más hermoso que puede anhelar un hombre, que mis hijos tengan sus propias familias. Pedir más sería abusar, me considero un ser afortunado y me llena de orgullo, satisfacción y tranquilidad poder aportar a la sociedad queretana".