OPINIÓN

Defender a la UNAM

Jorge Volpi EN REFORMA

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El lunes 3 de septiembre, numerosos jóvenes del CCH Azcapotzalco que participaban en un mitin pacífico en la explanada de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México fueron zafiamente atacados por un pequeño contingente de provocadores. Armados con palos, petardos y navajas, agredieron a los manifestantes con la mayor saña imaginable. Ninguno usaba las máscaras o capuchas asociadas con los anarquistas u otros grupos de choque, sino que iban a cara descubierta y vestidos con chamarras con los colores universitarios: la apariencia típica del porro. Los videos de aquella tarde no pueden ser más desasosegantes: es evidente que su única consigna era causar el mayor número de heridos, sembrar el pánico -sí, una táctica propia de terroristas- y generar una ola de violencia sin control.