OPINIÓN

El discurso consiste en "evidenciar" a grupos, personas y organizaciones como traidores y enemigos del país

Enemigos

Luis Rubio EN REFORMA

4 MIN 30 SEG

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Cuando todos son enemigos, nadie es amigo. Así comenzó el fin del terror en la revolución francesa. ¿Concluirá igual el gobierno actual? En 1793 la Convención Nacional aprobó la Ley de sospechosos que comenzó el reino de terror. Diez meses después, en el 8 de termidor, Robespierre denunció la existencia de "enemigos, conspiradores y calumniadores" y anunció que comenzaría una nueva purga de sospechosos. Veinticuatro horas después, todos esos sospechosos se levantaron en su contra y lo guillotinaron en la plaza de la revolución, donde más de dos mil personas, incluido Luis XVI, habían sido ejecutadas. La denuncia sistemática de enemigos crea dinámicas que luego nadie puede parar.