El 8 de octubre de 1959, el doctor Alfredo Ballí Treviño asesinó a su amigo Jesús Castillo Rangel, a quien durmió, después lo descuartizó y metió en una caja en su consultorio. Crédito: Especial
Con ayuda de un conocido que ignoraba el contenido de la caja, lo enterró en un despoblado por donde ahora se ubica el Puente Guadalupe. Crédito: Especial
Sin embargo, un pastor y policía auxiliar pasaban por el lugar de la sepultura y uno de sus animales, una vaca "pinta" descubrió el macabro hallazgo. Crédito: Especial
El médico es detenido y confiesa el homicidio, pero se niega a declarar ante el juez. Crédito: Especial
Pero las autoridades aportan pruebas contra el responsable del homicidio. Crédito: Especial
Se revela que el motivo del crimen fue que Castillo no quiso continuar la relación sentimental que sostenía con Ballí. Crédito: Especial
Tras el aporte de pruebas, logran la formal prisión para el médico por homicidio. Crédito: Especial
El Juez Marco Antonio Leija condenó a muerte a Ballí, aunque en 1970 la pena fue conmutada a 27 años de prisión. Crédito: Especial
Comparaban en esa época a Ballí con un "vampiro humano" tras el asesinato. Crédito: Especial
Durante su estancia en el Penal de Topo Chico, Alfredo Ballí dedicó su tiempo a atender a los presos. Crédito: Especial
Su celda se encontraba en la parte más antigua de la prisión. Crédito: Especial
En 2013, el escritor estadounidense Thomas Harris reveló que se inspiró en un médico de Monterrey al que llamaba "Doctor Salazar" para crear a Hannibal Lecter. Crédito: Especial
El doctor Ballí cumplió su condena y salió de la cárcel para seguir dando consultas gratuitas a personas de escasos recursos y murió en 2009. Crédito: Especial
El médico asesino Alfedo Ballí purgó su condena en el Penal de Topo Chico. Crédito: Daniel de la Fuente