REVISTA R

Pugna Antonio Lazcano por una ciencia sin adjetivos

Antonio Lazcano Araujo*

Cd. de México (15 enero 2023) .-05:00 hrs

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María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conacyt, y el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conacyt, y el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Crédito: Óscar Mireles

Luego de un retraso de dos años, a mediados de diciembre del año pasado el Presidente López Obrador envió a la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma de ley que pretende acabar con lo que el gobierno actual llama la ciencia neoliberal, y que busca sustituir al Conacyt por un nuevo organismo pomposamente bautizado como el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación. La demora refleja la falta de interés de López Obrador en el desarrollo científico del país, pero lo que realmente busca su propuesta es la implantación de un modelo centralista e ideologizado de una ciencia de Estado que restringiría la libertad de investigación, imponiendo prioridades desde el gobierno. Para lograrlo, pretende acabar con la evaluación de pares, excluir a las universidades públicas y privadas en la definición de la política científica, ejercer un control total sobre los centros públicos de investigación, y dejar al aparato científico en el abandono presupuestal, lo que inevitablemente afectará también a la docencia y a la divulgación de la ciencia.