Esta elección es cada día más clara: se disputan dos mundos, dos perspectivas sobre la vida y el papel del gobierno en el desarrollo y en la vida cotidiana. Se confronta la arrogancia frente a la redención; una gran parte de la ciudadanía simplemente está harta del statu quo: la inseguridad, la arrogancia gubernamental, la corrupción, las promesas incumplidas y el choque entre el discurso político (de todos los partidos y candidatos) y la dura realidad cotidiana. Frente a eso, la oferta de todos los candidatos menos uno suena frívola, si no es que banal. No hay duda alguna que la visión implícita en esa oferta -del candidato que uno prefiera- es la que México necesita, pero al elector promedio le suena falsa porque van décadas de promesas similares.
Presidente de CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica y Clasemediero: pobre ya no, desarrollado aún no. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.