OPINIÓN

Déjà vu

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

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Lejos de ser experta en política francesa, me permito sin embargo emitir mi modesta opinión sobre las elecciones presidenciales de ese país. ¿Por qué voté como ciudadana francesa, en la primera vuelta, por Emmanuel Macron? Porque siempre me ha parecido un mandatario congruente, centrado, valiente y, por añadidura, romántico. Si alguien ha luchado por su mujer, que actualmente tiene 68 años, siendo él 24 años más joven, a pesar de las burlas, memes, críticas y chismes de muy mala leche, es Emmanuel Macron. Hay que decir que es ella la consejera número uno tanto de sus campañas como de su Presidencia. Un hombre que respeta y es tan leal a su historia de amor, imagino, es igualmente leal con sus seguidores. Así como debe de respetar a la mujer en general. Sería interesante saber cuántas mujeres votaron por él, en la primera vuelta. La segunda razón por la que voté por él es porque está en contra de la guerra de Rusia contra Ucrania. Varias veces se ha entrevistado con Putin con el fin de poner fin a esta guerra tan absurda y tan sangrienta. Macron, el mandatario más joven que ha tenido Francia, desde Napoleón, ha expresado abierta y públicamente su absoluto apoyo para el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. La tercera razón es su convencimiento de mantener a la Unión Europea unida y fortalecida. Cuarta razón, su empatía por una migración controlada, "para luchar contra el fraude y los abusos", como dijera su ex ministro, Edouard Philippe. La quinta razón por la que emití mi voto por Macron fue por el manejo acertado de la pandemia del Covid-19, mucho mejor que varios países del mismo continente. Sexta razón, por su perenne lucha contra el deterioro del medio ambiente. Séptima razón, porque es un Presidente, y ahora candidato, con un balance entre la derecha y la izquierda, es un centrista nato. Octava razón, porque en sus discursos y en sus cartas abiertas dirigidas a sus seguidores, habitualmente cita referencias literarias. El Presidente está por que los jóvenes lean. Novena razón, porque posee el valor de la autocrítica: "sé que a veces he herido a algunos de vosotros con mis palabras", les dijo en un gesto de humildad a sus adversarios más acérrimos, "los chalecos amarillos". Una semana después de esta declaración, aumentó el salario mínimo en cien euros mensuales. Y finalmente, la décima razón por la que voté en la primera vuelta por Macron es porque es "cool". Por todo lo anterior, volveré a votar por él, en la segunda vuelta.