OPINIÓN

Detrás de la máscara

Jorge Ramos Ávalos EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
La imagen era para la televisión. Donald Trump acababa de aterrizar en un helicóptero en uno de los jardines de la Casa Blanca, subió las escaleras a un primer piso y, desafiante, se arrancó la mascarilla. Con la mano derecha hizo un saludo militar y se quedó ahí por un largo rato para que las cámaras del país lo vieran. Era la hora de los noticieros, antes de las siete de la noche. El mensaje que Trump quería enviar era claro: estaba de vuelta, en control y había vencido al coronavirus.