OPINIÓN

El espíritu de la reconciliación

Enrique Krauze EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Comienzan a llegar al Tepeyac los peregrinos. Vienen de muy lejos en el tiempo. Vienen de muy lejos en el espacio, con sus carros alegóricos identificando cada pueblo. Vienen en caravanas floridas, a pie, de rodillas. Vienen con sus ofrendas, a pedir por los suyos, a dar gracias. Son millones. Son la prueba palpable y viva del mensaje de amor que fundó hace siglos la religiosidad mexicana. De amor y reconciliación. Así lo entendió en 1880 el fundador de la cultura nacional, Ignacio Manuel Altamirano: