El viernes pasado (Semana Santa), unos hombres armados robaron e incendiaron una camioneta de transporte de pasajeros de la Ruta San Isidro-Centro de Acapulco. Esto no es una gran novedad: sólo en abril, otras dos camionetas similares fueron incendiadas y dos taxistas asesinados. No hay que ser un especialista para darse cuenta de que no es casualidad, sino simplemente un reacomodo en el mercado de las extorsiones a transporte de pasajeros. Es una venganza o simple amedrentamiento, parte del negocio criminal. La violencia significa básicamente que no hay acuerdo. A mediados de mes, dos choferes de taxi colectivo de la Ruta Zapata -Centro fueron asesinados a balazos. Ambos habían participado de la manifestación de choferes para exigir seguridad al Gobierno en "El Retorno", a mediados de mes (Boulevard Vicente Guerrero). Con esas muertes, suman 7 choferes asesinados en abril y 29 desde inicio del año.