OPINIÓN

El lector como activista

Juan Villoro EN REFORMA

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Antes de que el libro se convirtiera en un objeto portátil e individual para ser leído en silencio, la lectura prosperaba en colectividad y requería de buena condición física para ser ejercida durante horas en voz alta, según relata Iván Illich en su apasionante antropología de la lectura: En el viñedo del texto. Leer "sólo con los ojos" es un invento de escolásticos como Hugo de San Víctor, quien vivió de 1096 a 1141. Antes esa era una extravagancia. En el siglo IV, San Agustín se sorprendió de que San Ambrosio, obispo de Milán, leyera en silencio y sin mover los labios.