OPINIÓN

Esperando a los neoliberales

Jorge Volpi EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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¿Desconcertar, azuzar, descolocar? ¿Provocar, desestabilizar, zaherir? Como hemos constatado a lo largo de estos años, el gobierno de la 4T es sobre todo un gobierno de palabras: desde su toma de posesión, cada mañana de lunes a viernes -con intervenciones los fines de semana-, el Presidente habla y habla sin parar. De todos los temas, en todos los tonos, obsesionado con que su discurso se convierta en el único discurso posible. Casi siempre lo logra: a diario fija la agenda -su agenda-, pone sobre la mesa lo que le importa y escamotea aquello que le incomoda, distrae la atención en su beneficio, culpa a sus enemigos de todos los males, da instrucciones a sus subordinados y fija, con su voz lenta y morigerada, la realidad que se empeña en imponernos.