Herederos de pasión: 280 SL, distinguida edición
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Andrés Muñoz Salcedo
Toda marca de automóviles tiene una respetable historia que contar, y Mercedes-Benz ha sido una pieza clave en la evolución de la industria automotriz debido a sus grandes desarrollos e inigualables vehículos.
En la familia de Fernando Mangino, entusiasta por los autos antiguos y miembro del Club Mercedes-Benz, siempre se ha hablado el idioma de las cuatro ruedas, sobre todo el de los automóviles clásicos, hobby que lo llena de emoción al recordar los momentos que vivió junto a su padre restaurando autos, o cuando era niño, que pasaba horas en el jardín jugando con sus carritos.
Para Fernando, el placer de restaurar un automóvil antiguo y posteriormente manejarlo es el mayor sentimiento de éxito, algo que sin duda te tiene que apasionar día a día.
Cada una de estas palabras que nos mencionó Fernando, las transmite en su Mercedes-Benz 280 SL de 1970, también conocido como Pagoda (por la forma del toldo y pilares), un clásico que está inspirado en los autos de la marca que compitieron en los años 50 en la Carrera Panamericana y que fue pionero en su época introduciendo elementos como frenos de disco en las cuatro ruedas, transmisión de cuatro velocidades y un innovador sistema de inyección de combustible.
Fernando Mangino se siente un afortunado de poder compartir esta pasión con su familia, sobre todo con su esposa, quien también es fanática de los autos y tuvo la fortuna, en el 2019, de participar en el desfile del GP de México de la Fórmula 1.
Un momento inolvidable fue cuando llevó a su hija vestida de novia al altar en su MercedesBenz 280 SL, un recorrido que se volvió único, con fotografías inigualables y una historia familiar que le llena de emoción.
Uno de sus máximos sueños es poder asistir al Concorso d'Eleganza Villa d'Este, en Lago De Como, Italia, un evento de alto glamour y autos de envidiable historia.
Hora de publicación: 05:00 hrs.