Pese a no ser un árbol nativo, las jacarandas son protagonistas de la primavera en las calles de la Capital.
Especialistas alertaron por los riesgos que enfrentan los ejemplares en los meses en los que no están en floración.
"Hay que preocuparnos por la jacarandas todo el año", advirtió el especialista Carlos Martínez, director de Innovación en Reforestamos México.
Paseo de la Reforma, CU y Bellas Artes son espacios en los que se pueden encontrar estos árboles.
El florecimiento que se verá este año está relacionado con factores como la cantidad de agua que recibieron las jacarandas el año pasado.
Su nombre en portugués es yacaranda, que significa oloroso y existen aproximadamente 120 especies.
Sus hojas miden hasta 5 centímetros, mientras que sus flores son de entre 4 y 5 centímetros.
El líquido de la cocción de la raíz de la jacaranda sirve para expulsar toxinas y estimular el sistema inmunológico.
La jacaranda tienen propiedades antisépticas.
La introducción del árbol es atribuida a un inmigrante japonés, quien en los años 20 habría recomendado a autoridades de México plantarlo en calles de la Capital como una referencia a los cerezos.